La galería Can Tixedó de Forada vuelve a reunir a partir del sábado las pinturas de un padre y un hijo, en este caso Daniel y Alan Benlloch: «Ha sido una casualidad –comenta el progenitor, Daniel–. Nunca habíamos expuesto juntos, siempre habíamos llevado carreras paralelas sin llegar a tocarnos. Pero teníamos ideas y conceptos que nos rondaban a los dos y decidimos desarrollarlos. Por separado, cada uno con su estilo y con sus obras».

La muestra estará abierta hasta el 18 de noviembre y reúne pinturas de ambos, en estilo figurativo aunque con puntos de abstracción, con coincidencias y también con diferencias.

Daniel, que llegó a la isla desde Barcelona hace 30 años, deja a un lado la pintura y escultura erótica de anteriores muestras y se centra en tigres feng shui y paisajes sui generis con texturas, buscando la atracción visual.

Alan, que lleva en Ibiza desde niño, presenta obras sobre madera, una serie con una mujer, un escenario, cortinas e iluminación que van cambiando de sitio y también paisajes que buscan la frontera entre lo figurativo y lo abstracto.