El nuevo curso escolar proporciona una nueva oportunidad para reforzar poner en práctica conocimientos adquiridos en anteriores niveles y al mismo tiempo para proporcionar nuevas herramientas que contribuyan al constante crecimiento personal en el ámbito educativo.

Con el fin de optimizar el aprendizaje, hay una serie de técnicas o hábitos de estudio que facilitan la tarea del alumno en el día a día, de cara a que el proceso sea lo más completo y provechoso posible.

Repasamos algunos de los principales hábitos de estudio que servirán a cualquier alumno en su proceso de aprendizaje:

  1. Organización previa. Lo fundamental antes de estudiar de cara a un examen es preparar todo lo que se vaya a necesitar de cara al estudio tener muy claro qué es lo que hay que estudiar y conocer los temas que entran para poder estructurar el tiempo. Es recomendable que los temas que resulten más difíciles sean abordados al principio, cuando aún se dispone de plenas energías, dejando los más sencillos de comprender para el final del proceso.
  2. Gestión del tiempo. El tiempo es una de las claves a la hora de rendir en tus estudios y es importante saberlo gestionar, de cara a no acumular tarea el día antes del examen. Es recomendable realizar un calendario con las fechas de los exámenes parciales y finales y priorizar la importancia de las asignaturas. De acuerdo a esto, se deben gestionar los tiempos de dedicación a cada materia, siempre con la agenda en la mano.
  3. Mantener constancia. Es recomendable respetar los horarios de estudio y de descanso, marcarse tiempos de estudios fijos y paradas de 15 o 20 minutos en las que hacer algo totalmente distinto para refrescar la mente. En época de exámenes puede resultar beneficioso realizar alguna actividad deportiva para "desconectar y airear" el cerebro, así como descansar y comer de forma saludable, con alimentos que favorezcan la energía, la memoria y la concentración.
  4. Métodos memorísticos. Entre otras opciones, se puede optar por reescribir los contenidos, destacar lo principal por colores, hacer esquemas, prestar atención plena a las explicaciones del profesor, hablar de la materia con otros estudiantes, trabajar en grupo, dibujar, apoyarse en fotos o fichas, leer algún libro sobre el tema o ver vídeos, reportajes o webs especializadas.
  5. Mejorar la concentración. Estudiar en entorno adecuado, a ser posible un espacio fijo, silencioso o con música relajante y exento de distracciones, es fundamental. Además, se pueden poner en práctica técnicas como la respiración abdominal, la meditación o el mindfulness.
  6. Ampliar conocimientos con ayuda de compañeros. Estudiar o repasar en grupo permite compartir apuntes y obtener más información que sirve para completar los propios. Además, escuchar al resto puede beneficiar la propia comprensión y hacer que el día del examen las cosas se recuerden mejor que con la simple memorización
  7. Practicar antes del examen. Además de repasar de la forma tradicional, las aplicaciones móviles sirven de ayuda con nuevas y más modernas técnicas, además de para estudiar en cualquier ubicación o realizar chequeos rápidos de último momento antes del examen.
  8. Tener claras las metas. Conviene recordar siempre lo que se quiere conseguir con los estudios, desde el aprendizaje lúdico de las primeras etapas hasta los objetivos de tener buena formación para acceder a un empleo de la universitaria. Tener claro 'por qué' y 'para qué' se debe estudiar es la primera piedra en el camino formativo.