La Guardia Urbana de Lleida recibió un aviso en la pasada tarde sobre un niño que se había perdido. Se encontraba jugando y no respondió a la llamada de sus monitores, que fueron quienes dieron la alerta. El lugar es una zona forestal y de muy complicado acceso, por lo que el dispositivo ha contado con helicópteros y la colaboración de los Mossos d'Esquadra y vecinos de la zona próxima.