El volcán de Cumbre Vieja no pierde su fuerza. La lava se divide en tres coladas, que han arrasado ya más de seiscientas setenta hectáreas y mil edificios. Se apoderan de las viviendas, devorándolas. Ahora la colada norte pierde fuerza y es la del sur la que avanza más rápido, a 50 metros por hora. Esta noche la isla ha sufrido dos terremotos más, uno de ellos de 4,3. Esto hace pensar a los expertos que aún queda mucho por delante, aunque avisan de que es poco probable que se abran nuevas bocas. Mientras, la UME sigue trabajando sin descanso. Bajo una lluvia constante de piroclastos retiran las cenizas de carreteras y tejados.