Con la llegada del verano, se acentúa el abandono animal en los refugios. Ellos son la otra cara B de la pandemia, víctimas directas de la irresponsabilidad de los humanos. Fueron vía de escape para quienes se sentían solos durante los meses de confinamiento y ahora que las restricciones comienzan a aliviarse… muchos de ellos son abandonados en refugios como este de Alemania.