Olivia Mandle es una joven muy influyente a la hora de concienciar sobre la amenaza de los microplásticos en el medio marino y la necesidad de proteger a los «sensibles» delfines. Acudió a la charla vestida con un jersey en el que aparece impreso el lema de una campaña, ‘No es país para delfines’, para la que ya ha recogido 155.000 firmas y que persigue acabar con esas cárceles para mamíferos marinos.