La Guardia Civil y la Policía Local de Sant Josep han iniciado el desalojo de las que se encontraban en el interior de Casa Lola, después de entrar en la propiedad para iniciar el proceso del derribo de todas las irregularidades urbanísticas de este complejo turístico ilegal. Tres personas han sido detenidas por resistencia a la autoridad, dos de ellas trabajadores de nacionalidad rumana y un turista mexicano.

Por su parte, el acalde de Sant Josep, Ángel Luis Guerrero ha mostrado su perplejidad al comprobar que Casa Lola continuaba explotando las habitaciones a pesar de tener constancia de que esta mañana se iba a entrar para cumplir con la orden de demolición. Guerrero ha detallado que se encontraban 70 personas en el interior, la gran mayoría turistas, además un mínimo de cuatro personas que se han identificado como trabajadores del recinto. Entre la gente que ha afirmado que ha alquilado alguno de los alojamientos de Casa Lola, se encuentra una familia de origen asiático con menores.

Precisamente, un grupo de 18 turistas mexicanos ha abandonado voluntariamente la finca con sus maletas y pertenencias. Uno de ellos, que no ha facilitado su nombre, ha mostrado su sorpresa al toparse con la presencia policial. "Estábamos durmiendo, no sabíamos nada de que iba a pasar todo esto", ha lamentado.