Doerte Lebender, de 59 años de edad y afectada por una esclerosis múltiple progresiva, falleció ayer en Ibiza tras serle administrada la eutanasia en su propio domicilio: «No quiero vivir así 20 años más. Mi cabeza funciona, mi cuerpo no»

Contenido exclusivo para suscriptores digitales
Para ver este vídeo suscríbete a Diario de Ibiza o inicia sesión si ya eres suscriptor.
¿Ya eres premium? Inicia tu sesión aquí
Doerte Lebender, de 59 años de edad y afectada por una esclerosis múltiple progresiva, falleció ayer en Ibiza tras serle administrada la eutanasia en su propio domicilio: «No quiero vivir así 20 años más. Mi cabeza funciona, mi cuerpo no»