Meloni despliega la alfombra roja parar presumir de bandera: su plan contra la inmigración ilegal. El lunes fue el turno del primer ministro británico; hoy turno para Feijóo. Una estrategia que ha rebajado en un 60% las llegadas de inmigrantes. No importa demasiado el cómo, sino los resultados, porue lo primero para Italia es mantener el país limpio. Los inmigrantes rescatados en el mar son llevados a Albania mientras tramitan sus expedientes. Llegan a lugares como un centro de detención. Un súper complejo en el que Albania no asume costes, Meloni lo financia y lo gestiona personal italiano. Italia ha firmado además acuerdos millonarios con Libia y Túnez para que les cierren el paso. Y todo con el beneplácito de la Unión Europea. Ursula von der Leyen y Meloni prometieron a Túnez un rescate financiero sin precedentes a cambio de proteger sus fronteras. El plan se remata con el hostigamiento a las ONG. Consiste, ni más ni menos, que en hacerles la vida imposible, con normas en los rescates que les hagan perder el tiempo y el dinero; barcos humanitarios confiscados y sancionados. Algo que, denuncian, podría violar la ley internacional de auxilio en el mar.