Joe Biden cambia de opinión y apoyará ante la Organización Mundial del Comercio la liberación de las patentes de las vacunas, al menos lo que dure la pandemia. Junto a otros países, Estados Unidos bloqueaba la propuesta encabezada por India y Sudáfrica para que los países más pobres pudieran producir sus antídotos usando la propiedad intelectual de las farmacéuticas. Las tres compañías que más se benefician con la vacuna son norteamericanas; Pfizer, Moderna y Johnson&Johnson. Su posición es contraria a estos principios. Son muchos millones de dólares. ¿La justificación? una escasez en las materias primas que condenaría el abastecimiento y pasa la pelota a los países ricos para que compartan sus dosis con los más pobres. La situación parece estancada. A la Unión Europea ni se la ve, ni se la espera. A España tampoco. PSOE, Vox y PP están en contra. Justo cuando el ritmo de vacunación avanza rápidamente y se decide que el suero monodosis de Janssen se pueda inocular a las personas de entre 50 y 59 años.