Condenado a 150 años de cárcel, reconoció en 2009 haber estafado casi 42.000 millones de euros a grandes y pequeños inversores. Ricos y pobres. Diagnosticado de una enfermedad terminal, el año pasado pidió salir de prisión por el riesgo de la pandemia, pero su solicitud fue rechazada. Tenía 82 años.