No es lo mismo limpiar la persiana por fuera que por dentro, especialmente si no tenemos acceso a la persiana por la parte exterior. Además, hay que tener en cuenta de qué material está hecha nuestra persiana: madera, PVC, plástico, aluminio... La naturaleza de cada persiana reclama un tipo de producto diferente.

Por otra parte, el color también será determinante a la hora de limpiar ya que el blanco, que es uno de los colores más típicos en este elemento, resulta un poco más dificultoso.

Con un poco de jabón neutro y agua limpia podremos sacar brillo a nuestras persianas independientemente de su material. Sin embargo, cuando la suciedad está muy pegada, se pueden utilizar productos más específicos (que no sean abrasivos) o hacernos con una vaporeta.