Las redes sociales se han convertido en el primer contacto de la mayoría de los jóvenes. Nada más levantarse, lo más cercano que tienen para entablar una conversación es el teléfono móvil. Es raro que alguien salga a la calle sin el teléfono o que no consulte al menos una vez en el día Twitter, Whatsapp, Instagram o Tik Tok.

La primera actitud que tengas antes de levantarte podría estar revelando tu situación sentimental. Y es que, algo normal nada más levantarse es abrir Whatsapp para dar los buenos días a familias, amigos y, sobre todo, tu pareja -en el caso de que no vivas con ella-.

“Soltería es despertarse y abrir Twitter en vez de WhatsApp”. Este tuit, del usuario @mensajesofc1, se ha viralizado entre los usuarios de la red social, que parecieron sentirse identificados. Otra de las usuarias respondía con otro comportamiento también habitual: “Y twittear tu estado de ánimo actual”.

El enigma de la viralización

El algoritmo de viralización en las redes sociales es una incógnita para la mayoría de los usuarios, que continuamente intentan encontrar los trucos para obtener más visitas y repercusión.

El primer requisito para hacer un tuit viral es publicar una frase ingeniosa, que pueda generar identificación en el que lo lea. Cuantas más personas se sientan identificadas, más retuits se generarán y, por lo tanto, llegará cada vez a más personas. El anterior tuit es un ejemplo perfecto, ya que las frases de amor y desamor suelen ser las que mejor funcionan. Twitter no deja de ser una red social ampliamente conocida por su uso para expresar los sentimientos.

Los tuits no conseguirán difusión si tus seguidores no siguen el tipo de contenido que publiques. Aunque normalmente entables contacto con amigos o personas de la comunidad que tengan intereses en común, hay veces en las que el contenido que publicas simplemente no interesa.

A pesar de todas estas reglas no escritas para hacerse viral, la realidad es que no existe una ciencia exacta por la que tu tuit se haga viral habiendo seguido los consejos. Puede ocurrir que existan dos frases exactamente iguales y que una de las dos cale en el público y la otra no.