Brasil prohibirá temporalmente el acceso a Telegram. El Tribunal Supremo brasileño ordenó este viernes a Apple Google que ayudasen a bloquear la descarga en sus tienda digitales de la aplicación de mensajería instantánea, convertida en el canal favorito del presidente ultraderechista Jair Bolsonaro y sus seguidores para propagar desinformación.

El mayor órgano judicial del país ha pedido a la agencia de telecomunicaciones Anatel suspender oficialmente Telegram hasta que la compañía cumpla con las órdenes locales y pague una serie de multas que se le han impuesto por no haber frenado la campaña de bulos lanzadas por la extrema derecha brasileña, especialmente la información falsa vertida sobre las elecciones generales que Brasil celebra el próximo 2 de octubre y en las que la reaparición de Lula Da Silva amenaza con poner fin a la presidencia de Bolsonaro.

Las autoridades brasileñas ya amenazaron con suspender a Telegram a principios de año tras señalar que la compañía no había respondido a sus solicitudes para actuar contra la desinformación. Tras esa presión, la app respondió en febrero eliminando tres canales de Allan dos Santos, bloguero partidario de Bolsonaro acusado de propagar teorías de la conspiración y llamados a la violencia.

El juez del Tribunal Supremo, Alexandre de Moraes, ha dicho que Telegram no ha cooperado con las autoridades, con lo que da a Apple, Google y a los operadores telefónicos nacionales un plazo de hasta cinco días para bloquear la aplicación. La lucha de De Moraes contra la desinformación ha llevado a Bolsonaro a pedir su destitución.

Bolsonaro, contra la pared

El presidente brasileño está siendo investigado actualmente por el Tribunal Supremo por haber filtrado, presuntamente, documentos policiales, por haber criminalizado sin pruebas el sistema de voto electrónico -siguiendo lo que Donald Trump ya hizo en Estados Unidos- y por hacer comentarios que vinculan falsamente el SIDA con las vacunas contra el coronavirus.

La justicia no es la única que señala a Bolsonaro. El pasado diciembre, la policía federal abrió una investigación contra el líder ultraconservador por haber orquestado una campaña de mentiras y manipulación durante las elecciones de 2018 para atacar a las instituciones democráticas del país. Ese informe policial pasó a manos del Supremo, que señala que Bolsonaro habría incurrido en hasta once delitos distintos, entre ellos calumnia, difamaciónincitación al delito, apología del delito, asociación delictiva, o denuncia falsa.