Este trastorno, que disminuye la cantidad de saliva y produce una sensación de sequedad en toda la boca, es cada vez más frecuente y la sensación subjetiva que produce se puede cuantificar a través de la secreción salivar.

Según explica Andrés Blanco, médico estomatólogo y profesor titular de Medicina Oral de la Universidad de Santiago de Compostela, el síndrome de boca seca presenta signos y síntomas que suponen una afectación funcional y morfológica a veces muy seria para el individuo ya que alteran en gran medida no sólo su salud física sino también sus relaciones sociales.

"Lo que se conoce como xerostomía es la sensación subjetiva de boca seca que se ha generalizado en el ámbito anglosajón para referirse al síndrome de boca seca en el que interviene la hiposialia, una disminución de la secreción salival que puede medirse a través de una prueba de sialometría", aclara Blanco.

Entre las alteraciones funcionales que implica este síndrome se incluyen problemas en la masticación, deglución, fonación, gusto y falta de lubricación de la mucosa oral. "Esto tiene una repercusión social ya que se habla mal, interfiere en la relación con los demás e incluso en el estado de ánimo, que se vuelve más malhumorado", señala el especialista.

La mucosa bucal enrojece, presenta heridas, úlceras y caries muy agresivas que afectan al cuello y raíz de los dientes, dando lugar incluso a la pérdida de todas las piezas. Las personas con prótesis removibles también tienen un mayor malestar y refieren incomodidad por la falta de salivación natural.

Además se puede presentar periodontitis y una mayor predisposición a las infecciones dado que la saliva es un medio anti infeccioso que no solo arrastra los restos presentes en la boca sino que tiene propiedades

antiinflamatorias. La ausencia patológica de saliva da lugar a un mayor crecimiento bacteriano que ocasiona halitosis y, en ocasiones, candidiasis.

La enfermedad del hombre moderno

En 2007 en un congreso internacional sobre xerostomía los especialistas apuntaban que 1 de cada 4 adultos padece el síndrome, al que la Federación Dental Internacional ya denomina la enfermedad del hombre moderno.

"El 25% de la población general padece boca seca, más en el caso de las mujeres en las que este porcentaje alcanza el 30% frente al menor 20% en los varones. El síndrome además se acentúa con la edad y está presente en entre un 45% y un 65% de los mayores de 65 años", señala Blanco.

En lo que se refiere a la salud oral, el especialista señala que la boca seca es el principal motivo de consulta y que cada vez es más frecuente. Las causas son variadas, aunque entre ellas Blanco señala que entre las más comunes se encuentran los fármacos, de los que se estima que entre un 75% y un 80% tienen como efecto secundario los problemas en la salivación. Dentro de los medicamentos son los psicofármacos como ansiolíticos, antidepresivos o hipnóticos los que ocasionan más problemas.

"Los mayores toman más fármacos asociados a condiciones crónicas como antihipertensivos y antirreumáticos pero en los más jóvenes es más común el uso de psicofármacos. En estos casos, es preferible tomar los fármacos por la noche cuando sus efectos sobre la boca van a ocasionar un menor trastorno", señala Blanco.

El síndrome también puede deberse a enfermedades sistémicas crónicas asociadas al tejido conectivo o al síndrome de Sjögren, un trastorno autoinmune que afecta a glándulas como las lagrimales y las salivales. Otras causas incluyen el tabaquismo, las alteraciones psicológicas y los ciclos de radioterapia y quimioterapia en casos de cáncer de cabeza y cuello, que afectan en gran medida a las glándulas salivares.

Beber agua y salivar: los mejores remedios

En el tratamiento intervienen distintos aspectos que se adaptan a cada situación individual, según apunta Blanco

los siguientes aspectos son claves para combatir la boca seca:

1º Diagnóstico: además de la sensación subjetiva que refiere el paciente hay que definir la causa de la boca seca, si es local o sistémica, ya que si es una más de las alteraciones el paciente necesitará un tratamiento multidisciplinar.

2º Eliminar los factores condicionantes: aquí se incluyen tabaco, alcohol, comidas copiosas y modulares los fármacos que puedan agravar el problema.

3º Humedecer la boca: es necesario instaurar el hábito de beber o mojar la boca a lo largo de todo el día, para ello se debe tomar dos litros de agua de forma progresiva durante las 24 horas. A medio y largo plazo este hábito retrasa o minimiza los síntomas.

4º Estimular la secreción salival: para ello se pueden chupar caramelos sin azúcar o aceitunas con hueso incluido. El ácido cítrico a dosis bajas y saturadas como preparación farmacéutica también ayuda y aunque existen fármacos específicos, Blanco señala que son una última opción por los efectos secundarios que tienen asociados.

5º Utilizar sustitutos de la saliva: son fórmulas magistrales que proporcionan saliva artificial y existen todo tipo de productos y presentaciones que sustituyen a la saliva. Sin embargo, Blanco apunta que el efecto es regular y varía de persona a persona.

6º Tratar las complicaciones: en este sentido Blanco apunta a la importancia de atender la salud oral ya que se presentan más caries, periodontitis o infecciones de todo tipo. En el caso de la existencia de prótesis se pueden añadir reservorios para líquido que el paciente pueda activar tan sólo apretándolos con la lengua.

Además, Blanco apunta que la higiene dental debe ser mucho más cuidadosa, constante y frecuente en quienes padecen boca seca y concluye que si la causa de base se puede eliminar el síndrome puede solucionarse, aunque a medio y largo plazo los mejores remedios son el hábito de beber y segregar saliva chupando algo.