La inyección de oxígeno ozono en zonas dañadas del cuerpo es uno de los mejores tratamientos que la medicina ofrece hoy en el campo de la traumatología.

Los dolores articulares y los problemas de espalda afectan a tres de cada cuatro personas en el transcurso de su vida. A veces, los dolores producidos por enfermedades músculo- esqueléticas pueden ser insoportables, por eso la medicina busca siempre nuevas soluciones para curar las lesiones y aliviar los dolores.

La ozonoterapia está dando buenos resultados en el tratamiento de lesiones de los tejidos blandos del sistema músculo-esquelético. El ozono, una forma alotrópica de oxígeno, se ha convertido en el mejor remedio para tratar hernias discales, ciáticas, dolores articulares y otras enfermedades de carácter inflamatorio.

Sus beneficios son múltiples: actúa como analgésico, tiene propiedades antisépticas, seca los líquidos inflamatorios y, además, carece de efectos secundarios y contraindicaciones.

Las patologías inflamatorias que encuentran solución con este tratamiento pueden ser de carácter agudo, como, por ejemplo, una epicondilitis, o también de carácter crónico, como una tendinitis aquilea o una artrosis de rodilla en fase inicial.

En el caso de la hernia discal, esta terapia hace posible la eliminación de la parte del disco intervertebral que se ha salido de su sitio, sin tener que pasar por un quirófano. Técnicamente consiste en infiltraciones intramusculares paravertebrales, periódicas y regulares, por un período de tiempo determinado y limitado, de una cantidad dada de una mezcla de los dos gases, oxígeno y ozono.

Muchos de los pacientes que tienen ese problema no saben exactamente qué es una hernia discal: imaginad la columna vertebral como una serie de cubos superpuestos entre ellos. Entre un cubo y otro hay una estructura que sirve para amortiguar el peso y para permitir el movimiento entre cada unidad.

Esta estructura se llama disco intervertebral y está formada por una parte externa dura y fibrosa y por una parte interna blanda: el núcleo. Un trauma, un esfuerzo exagerado o el fisiológico envejecimiento de los tejidos en los pacientes más predispuestos pueden llegar a producir la salida de una parte del núcleo del disco: este material biológico, que aparece como un gel denso, da lugar a una presión y, por tanto, a una irritación de los tejidos cercanos y de las raíces nerviosas que parten desde aquí para inervar las zonas periféricas.

Surge así un sufrimiento, tanto local, lumbalgia, como en los territorios lejanos, correspondientes a las raíces afectadas, por ejemplo, la ciatalgia.

La acción de esta terapia es directa sobre la superficie de la hernia y lleva a su progresiva reducción por medio de una disgregación de los mucopolisacáridos que la componen y del consiguiente efecto hidrófugo.

El efecto final del tratamiento de ozonoterapia es la desaparición de todos los síntomas que conlleva una hernia. El tratamiento no produce ningún efecto secundario y las contraindicaciones son casi nulas.

Otra de las ventajas del tratamiento de ozonoterapia es que se realiza en régimen ambulatorio. Después de una adecuada valoración del aspecto clínico y de los hallazgos radiológicos, al paciente se le hacen las inyecciones y se va por su propio pie, no hace falta ingreso en el hospital, ni guardar reposo ni usar collarines. Los peculiares efectos del ozono hacen que los pacientes puedan curar al cabo de un mes y medio de manera definitiva en un régimen ambulatorio.

Tradicionalmente a estos pacientes se les inyectaba un medicamento como cortisona que les calmaba la inflamación y el dolor por un período de tiempo. En el tratamiento con oxígeno ozono se inyecta una mezcla de estos dos gases para eliminar la hernia. En consecuencia, se elimina el dolor.