La cuatro señales que demuestran que nuestro perro nos quiere de verdad

Son señales más sutiles a las que a veces no prestamos mucha atención

La cuatro señales que demuestran que nuestro perro nos quiere de verdad

La cuatro señales que demuestran que nuestro perro nos quiere de verdad

Manuel Riu

Muchos propietarios de mascotas se hacen regularmente la pregunta: ¿es realmente cierto que nuestro perro nos quiere con locura? Aunque la sabiduría popular dice que los perros son el mejor amigo del hombre, y que no hay nada mejor para nuestros amigos de cuatro patas que estar cerca de nosotros, ¿es realmente así? En realidad, además de las señales más obvias que todos conocemos, hay otras pistas que nos permiten saber que nuestro perro nos quiere. Pero son señales más sutiles a las que a veces no prestamos mucha atención. Veamos cuáles son.

Nos sigue por toda la casa

Esta es la señal más evidente. Si en cualquier lugar al que vamos parece que nuestro perro está de repente ocupado en esa habitación, es porque el perro ha adquirido el hábito de seguirnos a todas partes. A menudo ocurre, por ejemplo, que no podemos ir al baño solos porque el perro siempre aparece también. Este comportamiento puede ser molesto, pero consolémonos: es una clara indicación de que el perro nos quiere.

Nos busca con sus ojos

Si prestamos mucha atención a nuestro perro nos daremos cuenta de otro comportamiento: en todos los momentos de incertidumbre, el perro busca nuestra mirada. Si cuando oye ruidos fuertes, cuando se acerca un desconocido o en otros momentos delicados el perro busca nuestra mirada, significa que nos adora.

Quiere dormir junto a nosotros

No sólo los cachorros, sino también los perros adultos adoran la compañía durante la noche. Si nuestro perro siempre intenta dormir a nuestro lado, o incluso en nuestra cama, no debemos sorprendernos: es una señal inequívoca de que nos quiere.

Nos roba los calcetines y los zapatos

Estas son las cinco señales inequívocas de que tu perro te quiere: la quinta es robar calcetines o zapatos. Puede ser un comportamiento molesto (pero podemos corregirlo con unos simples trucos) pero en realidad es una demostración de que nos quiere de verdad.