Montar a caballo es una de las actividades físicas más beneficiosas para el ser humano ya que, al mismo tiempo que practica deporte, la persona está interactuando constantemente con el animal, creando una relación de confianza y respeto.

Practicar equitación tiene muchos beneficios físicos pero también psicológicos, según los expertos. La hípica mejora el equilibrio, regula el tono muscular y favorece la circulación sanguínea, además de ayudar a corregir la postura corporal. Además, es beneficiosa para el control de las emociones y la concentración, ya que se está en permanente contacto con el caballo.

Tan positiva es la relación entre estos animales y las personas que los caballos son utilizados en terapias para personas con diferentes discapacidades.

Si bien lo más habitual es acudir a centros de hípica a montar, donde el caballo es propiedad de la escuela, hay personas que se plantean la posibilidad de comprar un caballo. Pero, ¿qué necesidades tiene el animal para garantizarle una buena calidad de vida?

¿Cuánto cuesta tener un caballo?

En el aspecto económico, es fundamental saber que no solo hay que disponer del dinero necesario para comprar el caballo, sino sobre todo la capacidad adquisitiva para mantenerlo a lo largo de toda su vida. ¿Qué coste puede tener? «A veces se nos olvida que es mucho más cara la manutención mensual de un caballo que su compra. De media, el coste mensual de tener un caballo se sitúa en torno a los 100-200 euros, en caso de tenerlo en instalaciones propias», según la veterinaria equina Esther Martínez. En caso de tenerlo en un centro hípico, los precios pueden variar, «pero en Ibiza está entorno a los 300-450 euros», según la profesional.

Esta inversión variará también según el coste de la alimentación que se le dé al caballo, las instalaciones en las que se encuentre, el herraje, los gastos veterinarios... «Es importante valorar si puedes asumir ese coste», aconseja la veterinaria.

Necesidades de espacio, alimentación y juego

A la hora de plantearse la posibilidad de comprar un caballo también hay que tener en cuenta que estos animales necesitan un espacio donde vivir y recibir una alimentación diaria, compuesta principalmente de heno o forraje, un recurso «limitado y no barato en nuestra isla», según Esther Martínez. «No vale que el caballo esté pastando en un campo que tengas y lo dejes allí. Los caballos necesitan una alimentación controlada y con los nutrientes necesario para tener una calidad de vida», añade.

La relación con los caballos favorece la autoestima y la concentración. | FOTOS: SHUTTERSTOCK

«Los caballos destinan gran parte de su tiempo a la alimentación y al descanso, así como a encontrar un sitio en el que se sientan seguros», afirma Esther Martínez. Sin embargo, tienen otras necesidades como «el juego, el desplazamiento y la posibilidad de poder actuar con otros animales y el entorno».

En este sentido, hay que ofrecerles espacios amplios y salidas diarias y, en caso de vivir en un box, que este disponga de las medidas necesarias, siendo mejores los que disponen de salida directa al padock.

Atención veterinaria para los caballos

Los caballos también necesitan una atención veterinaria adecuada. Es imprescindible llevar al día la vacunación y desparasitación por parte de un profesional, así como revisiones periódicas de la dentadura y de los cascos, entre otros cuidados.

El clima relativamente estable de Ibiza hace que los cuidados que necesita el caballo no varíen mucho según la estación del año. Sin embargo, los veterinarios aconsejan tener en cuenta algunos aspectos para velar por la salud del animal. «Por ejemplo, con el cambio de estación aumenta el número de larvas de parásitos, por lo que es conveniente llevar la desparasitación interna al día», detalla Esther Martínez. Por otro lado, la alimentación también puede tener algún cambio puntual según las distintas exigencias del jinete.

Con la llegada del otoño, época de lluvias, se recomienda prestar una mayor atención a los cascos de los caballos que vivan en paddock o prados. Los terrenos mojados pueden producir un ablandamiento de los cascos y, como consecuencia, se pueden producir alteraciones en la piel o arestines.

Por otro lado, el pelo de los caballos crece más en invierno, por lo que «aquellos que sigan un plan de entrenamiento habitual deberán considerar ser esquilados, para que el sudor no se quede siempre en la piel y no se produzcan alteraciones», explica la veterinaria equina.

Principales problemas de salud de los caballos

Los principales problemas de salud que sufren los caballos son problemas digestivos (cólicos o problemas nutricionales), dermatitis (sobretodo en verano), problemas podales (malos aplomos o recortes muy separados en el tiempo), etc.

Para prevenir estos problemas, lo primero es aportar al caballo una buena alimentación, con agua a libre disposición y movimiento continuo. «Estos animales están diseñados para pasar unas 18 horas al día pastando en movimiento. Cuando los privamos de esa libertad y los obligamos a pasar 20 horas al día encerrados en un box con una alimentación dividida en dos o tres tomas diarias es cuando aparecen los problemas», comenta la veterinaria.

Un veterinario revisa la pata de un caballo. Shutterstock

Además de actuar cuando hay enfermedades o problemas, la medicina preventiva es esencial para el bienestar de los caballos. Es importante llevar al día vacunas y desparasitaciones, así como el arreglo dental mínimo una vez al año para prevenir la mala masticación y problemas en la monta.

¿Qué valorar antes de comprar un caballo?

Al comprar o adoptar cualquier animal, los veterinarios siempre aconsejan no dejarse llevar por su aspecto físico. «Aunque a que a todos nos gustan los caballos bonitos, la belleza no debería ser el factor más determinante a la hora de escoger un caballo, y mucho menos de comprarlo», recalca Esther Martínez.

En primer lugar, el caballo debe ir a la par con el nivel técnico del propietario como jinete si lo quiere para la competición. Debe tener un temperamento compatible con el del propietario. 

El consejo de la veterinaria equina es: «Antes de tomar la decisión de comprar un caballo, estudia bien las distintas razas y consulta con tu monitor de equitación o tu veterinario para que puedan guiarte».

Además, la profesional aconseja hacer un chequeo veterinario completo al caballo, pedir la documentación del animal y hacer un contrato de compraventa o cambio de propietario. Una vez realizados estos pasos y confirmada la compra, es importante asegurar que el animal viaja en las mejores condiciones posibles en caso de que el traslado sea necesario.