Luciana tenía dos años cuando llegó Rayo, el nuevo perro, y al principio fue difícil. Poco a poco fueron conociéndose. Ahora es ella quien manda. Aunque el perro no esté catalogado como raza peligrosa, si va a llegar un bebé a casa hay que prepararlo. Hay que preparar al can, enseñarle límites y enseñarle que va a dejar de ser el centro de atención.

Y si vamos a cambiar rutinas a nuestro animal lo mejor es hacerlo durante el embarazo. Que no entre en la habitación del niño, llevar un muñeco para que el perro se familiarice. Cuando ya entra en casa por primera vez lo principal es presentarles. Y aunque sea tuyo y aunque te fíes de él, es fundamental no dejar nunca solos a los niños con un perro.