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Camila, de 'intrusa' a futura reina de Inglaterra: descubrimos cómo llevará su corona

Ni princesa del pueblo, ni reina de corazones, a su favor juega la influencia positiva que ejerce sobre el príncipe de Gales y el carácter afable y divertido de quien ha hecho suya, entre otras causas, la lucha contra violencia doméstica

Retrato de Camila, la futura Reina Consorte. Andy Rain

La historia de Camila Parker Bowles ha transcurrido como un cuento de hadas al revés. La bruja perversa, la pérfida madrastra, está a punto de sentarse en el trono junto a un príncipe feliz de tenerla a su lado. A los 75 años la duquesa de Cornualles se prepara para interpretar el papel de Reina Consorte, tras uno de los lavados de imagen más espectaculares que se recuerdan. "Si la Reina es la abuela de la nación, Camila, duquesa de Cornualles, es la tía favorita", declaraba esta semana el 'Daily Mail', el mismo periódico, que como otros muchos, la vilipendió en el pasado.

Su cumpleaños ha sido otra oportunidad de reforzar la imagen pública de quien ha vivido, "una increíble transformación, de ama de casa, al papel central en la más famosa familia en el planeta", como se proclama en el documental de más de una hora que le ha dedicado la cadena de televisión ITV para, supuestamente, descubrir a "la verdadera Camila detrás de toda la pompa y circunstancia".

"Si la Reina es la abuela de la nación, Camila, duquesa de Cornualles, es la tía favorita", declaraba esta semana el 'Daily Mail'

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Mujer de campo

Las cámaras han filmado a la duquesa mientras preparaba el último número de 'Country Life', que en el pasado han editado otros miembros de la realeza, incluidas en dos ocasiones el príncipe Carlos. La revista se define como “esencialmente inglesa” y durante 125 años ha sido la publicación de referencia de la aristocracia terrateniente con mansiones al estilo Downton Abbey, establos para hermosos caballos y lugar por excelencia de partidas de la caza del zorro. Esa bucólica existencia rural fue la de Camila en su infancia, en Hall Place, en Hampshire, la casa de sus abuelos, y en la propiedad de sus padres en East Sussex.

"He crecido allí. He pasado mi vida en el campo. Es algo inherente en mí”, declara mientras visita una feria campestre acariciando perritos, admirando una rosa “muy resistente" que lleva su nombre, probando sidra y vodka de elaboración local, sin perder la sonrisa o el equilibrio. Un estilo de vida que comparte, dice, con el príncipe Carlos. “Mi marido es un hombre de campo hasta la médula. Es el lugar en el que está más feliz, más relajado, una parte integral de su corazón y su alma”.

La duquesa de Cornualles comparte carroza con Kate Middleton, la esposa de Guillermo. EFE

Buena onda con Catalina

Las fotos para el número especial las ha hecho Catalina, la esposa del príncipe Guillermo. El mensaje claramente es que entre las dos mujeres existe una relación de cordialidad en medio de las intrigas palaciegas. "Son unas fotos muy buenas. Ella es muy natural, lo pasamos muy bien haciéndolas", cuenta sobre la sesión fotográfica, "sin mucha peluquería o maquillaje". Están tomadas en los jardines de Ray Mill House, la casa de campo de la duquesa en Wiltshire que adquirió tras su divorcio de Andrew Parker Bowles a mediados de los años 90.

"Fui examinada durante tanto tiempo que al final tienes que encontrar la forma de vivir con ello"

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En aquella época saltó el escándalo que la prensa bautizo como el 'Camillagate'. Ella se convirtió en 'la tercera persona', la intrusa en el matrimonio roto de Carlos y Diana de Gales y en ese papel la descubrieron los británicos. El príncipe y su amante se habían conocido cuando ambos eran veinteañeros y se movieron siempre en los mismos círculos. "Era completamente inapropiada", para convertirse en la esposa del príncipe de Gales, comenta Angela Lein, autora del libro, "De proscrita a futura reina consorte". "Era divorciada y sin el nivel suficiente de alcurnia en la escala aristocrática, además de otras cosas".

Carlos dejó claro que su amor era "innegociable". La pareja contrajo matrimonio en el 2005 en una ceremonia civil. La Iglesia de Inglaterra, de la que el príncipe de Gales se convertirá en gobernador supremo cuando sea rey, no permitió la unión religiosa de los dos adúlteros, algo que el documental camufla, presentado a los recién casados en el momento de salir de la capilla de St. George en Windsor, donde simplemente hubo un acto de acción de gracias. En una reciente entrevista en la revista Vogue Camila reconocía que su posición "no es fácil". "Fui examinada durante tanto tiempo que al final tienes que encontrar la forma de vivir con ello. A nadie le gusta que le observen todo el tiempo y, ya sabes, que le critiquen".

Discreción y simpatía

Isabel II, pragmática siempre, terminó aceptado una situación que poco a poco se ha ido normalizando y haciendo más digerible. Camila va asumiendo muchas más funciones en la familia real, que lleva a cabo con discreción, humor y una simpatía, que reconocen todos los que la han tratado. Este año la reina expresó su "deseo sincero" de que llegado el momento se convirtiera en Reina Consorte, el espaldarazo definitivo. En junio la duquesa fue nombrada Dama Real de la Orden Más Noble de Jarretera, la más antigua del Reino Unido. Presente estuvo también en la ceremonia de apertura del Parlamento, de fuerte simbolismo constitucional, junto al príncipe que representaba a la soberana, cuya salud le ha hecho apartarse de casi todos los actos públicos. Durante el reciente Jubileo de Platino la pareja presidió varios de los más importantes festejos.

Contra el sexismo

¿Han aceptado los británicos a Camila? En un debate del programa de televisión 'Good Morning', Jack Royston, el corresponsal real de la revista 'Newsweek' opinaba que la inquina contra ella persiste. “La gente tomó el partido de Diana, creyó que fue víctima de una injusticia, eso se viene arrastrando y forma parte del sentimiento negativo contra Carlos y Camila”. Hasta el día de hoy, recordó, sólo el 32% de los británicos cree que será un buen rey. "Su popularidad se desplomó después saberse del affaire".

"Es importante ver a alguien en los niveles más altos de la realeza que no está obsesionada con su apariencia", dice la feminista Julie Bindel

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Julie Bindel, periodista, feminista y republicana, no lo ve así. “El que buena parte de la gente crea que Carlos no será un buen rey no se debe a Camila”, puntualiza. Bindel habla de “sexismo”. “Hay que dejar de hacer comparaciones entre la convencional y guapísima Diana y alguien de quien han dicho que es caballuna, desaliñada. Dejar de hablar sobre la apariencia. Hay que abandonar esa visión”. Alaba el que la duquesa, sea “real”, “genuina” y el que haya puesto gran empeño en tareas como el combate contra la violencia doméstica, de la que vuelve a hablar, está vez en el entorno rural, en la edición de 'Country Life'. "Es importante para muchas mujeres ver a alguien en los niveles más altos de la realeza que no está obsesionada con la moda y con su apariencia".

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