El regalo con el que Chanel se ha obsequiado tras su histórico tercer puesto en Eurovisión han sido unas vacaciones en Mallorca, donde dejar atrás la vorágine de compromisos asociados al festival de la canción y recuperar fuerzas en la intimidad y la compañía de su novio, el cantante, bailarín y DJ Bastián Iglesias, el gran descubrimiento de su estancia en la isla.

Desde el pasado sábado y hasta hoy jueves, Chanel ha disfrutado de siete días de vacaciones en la isla, unas jornada que inauguró el 21 de mayo en plena ola de calor con un chapuzón en la costa de Andratx y que hoy jueves ha dado por terminadas, al acudir al aeropuerto con un llamativo chándal estampadogafas de sol negras y mascarilla del mismo color, tras una víspera de lluvias torrenciales.

En su primera jornada en Mallorca la interprete de SloMo y Bastián Iglesias pasaron el día en Cala Llamp, la cala del municipio de Andratx, donde disfrutaron del mar, las tumbonas y la gastronomía del beach club Grand Folies, instalado sobre las rocas del litoral.

No es la zona más tranquila de la cala ni tampoco la más íntima, porque para eso hay que caminar unos cincuenta metros más por un sendero que transcurre sobre las rocas paralelo al mar. Pero sí uno de los lugares preferidos de los reporteros de la prensa del corazón para fotografiar a famosos, porque desde la abrupta carretera de acceso se tiene una perspectiva completa de todas las personas que allí toman el sol, sin ninguna vegetación o edificios que interrumpan la visión de sus teleobjetivos.

En esa misma cala fueron fotografiadas en pasados veranos la actriz Penélope Cruz nadando como hizo Chanel ese sábado junto a las rocas más cercanas, y también la modelo alemana Claudia Schiffer, en su caso tomando el sol sobre la cubierta de una lancha Sunseeker. La residencia mallorquina de la famosa top model de los noventa se encuentra muy cerca de allí, en Cap Andritxol.