Cuenco de sal y laurel en el radiador: el brebaje de la abuela que más gente emplea

Cuenco de sal y laurel en el radiador: el brebaje de la abuela que más gente emplea

Cuenco de sal y laurel en el radiador: el brebaje de la abuela que más gente emplea

R. P.

Estos dos ingredientes, el laurel y la sal, son poderosos aliados en la cocina, pero sus beneficios van mucho más allá. Frente a los caros productos químicos del mercado, opta por estas soluciones naturales que ya tienes en casa. No sólo te ahorrarán dinero, sino que además son inocuas para tu salud y el medio ambiente.

Descubra cómo puede resolver fácilmente problemas domésticos comunes con unas hojas de laurel y sal de mesa. Le sorprenderán los resultados. Una vez que haya probado este remedio natural, barato y respetuoso con el medio ambiente, no querrá prescindir de él.

Los malos olores son un problema habitual en nuestros hogares. Olvídate de las salidas de aire ineficaces y adopta el método de mi abuela: hojas de laurel y sal. Este truco mantendrá a raya los malos olores y esparcirá una agradable fragancia por toda la casa en sólo unos minutos.

Prepáralo en casa

La receta es sencilla: se pone a hervir un cazo con agua, se añaden 4 hojas de laurel y 1 cucharada de sal gorda. Dejar hervir durante cinco minutos y apagar el fuego. Coloca la infusión en las zonas que quieras perfumar, como la cocina o el cuarto de baño. ¡Se acabaron las preocupaciones por los olores en casa!

Pero eso no es todo. Estos versátiles ingredientes pueden utilizarse de muchas otras maneras. Por ejemplo, coloca un cuenco con 3 hojas de laurel y 2 cucharadas de sal dentro de los muebles y cajones para perfumar y neutralizar los olores, a la vez que absorbe la humedad.

Además, la sal y el laurel realzarán los colores de la ropa. Hierve 5 hojas de laurel y sal gorda en un cazo con agua, deja enfriar y pon la ropa descolorida en remojo durante al menos dos horas. Aclárala y lávala a máquina como de costumbre. El resultado será asombroso: la ropa recuperará sus colores brillantes de antaño.

Cómo conservar limpiar las hijas de laurel

El mejor momento para cosechar hojas de laurel es en invierno o a principios de primavera, cuando los aceites esenciales están bien concentrados. Como todas las plantas aromáticas, el laurel es fotosensible: la exposición al sol reduce sus propiedades beneficiosas. Por eso se recomienda guardarlo siempre en lugares oscuros y lejos de la cocina.

Una vez cosechadas una o varias ramas de laurel, hay que retirar todas las hojas, con cuidado de no dañarlas. A continuación, deben lavarse para eliminar cualquier rastro de smog, pesticidas y polvo. Para ello, es imprescindible poner las hojas de laurel en remojo en agua y bicarbonato de sodio durante al menos 30 minutos. Después, hay que secar las hojas con papel de cocina y colocarlas en un paño seco durante al menos un día y medio. Recuerde guardar el paño lejos de la humedad, las fuentes de calor y la exposición al sol.

Una vez transcurrido el tiempo necesario, compruebe que las hojas estén perfectamente secas y no tengan manchas verdes. Sólo ahora se pueden introducir las hojas de laurel en un tarro de cristal o de hojalata, previamente esterilizado. El tarro, cerrado herméticamente, debe guardarse en la despensa.

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