Sí, todos pensamos en la misma utilidad cuando nos hablan del papel higiénico. Pero tiene muchísimas más utilidades que para la que nació y que es fundamental para mantener una higiene personal adecuada después de ir al baño. Un rollo de papel higiénico da para mucho más.

De hecho, hay muchas formas de dar un segundo uso al papel higiénico y reciclar el tubo central que queda una vez agotado. Hacer esto es, además, medioambientalmente sostenible.

Asimismo, el rollo de papel higiénico tiene sorprendentes aplicaciones. Eso pensarán los que no conocen un truco cada vez más extendido: meter papel higiénico en la nevera. Parecerá estrambótico, pero tiene su razón de ser.

¿Para qué sirve meter papel higiénico en la nevera? El secreto simple pero efectivo que cada vez hace más gente

¿Para qué sirve meter papel higiénico en la nevera: el secreto simple pero efectivo que cada vez hace más gente A.D.

De hecho, el truco del papel higiénico es muy útil para que la nevera huela bien durante mucho tiempo. Con este pequeño truco siempre olerá bien cuando abras la nevera. En primer lugar, hay que lavar el frigorífico por dentro y desinfectarlo. Ingredientes naturales como el vinagre o el limón son buenos para esto. Una vez que todo esté limpio y seco, es hora de pasar a la acción.

Prepara una pequeña mezcla de bicarbonato de sodio y agua, empapa un rollo de papel higiénico por arriba y por abajo y mételo en la nevera. El bicarbonato absorberá cualquier mal olor que se forme con el tiempo y nunca olerá nada. En el siguiente enlace puedes conocer más sobre este método tan curioso:

El rollo de papel higiénico aterriza en el salón de casa

Pero no es esta la única aplicación del rollo de papel higiénico. Volviendo a la conveniencia de dar una segunda vida a lo que queda tras agotar el rollo, hay una idea que resulta muy útil, especialmente en el salón, pero también en otras estancias de la casa que alberguen varios o muchos aparatos electrónicos o eléctricos que vayan enchufados a la corriente.

Efectivamente, el salón es el lugar ideal donde aplicar este útil consejo: un punto donde solemos acumular televisión, decodificador, equipo sonoro, router de internet, reproductores varios... La coincidencia de tantos aparatos en un mismo espacio hace confluir una buena cantidad de cables que, en no pocas ocasiones, suponen un quebradero de cabeza: ¿qué hago con ellos para que no se líen y queden en una maraña a la vista de todo el mundo confiriendo un aspecto de terrible desorden al salón?

Pues bien, en este punto entraría en acción el tubo central de cartón del rollo de papel higiénico. Bien sencillo: su interior puede servir para hacer pasar por él un manojo de cables de forma ordenada, de forma que queden compactados y sin liarse, así como conducidos de la forma que se desee para que sea más estético. Asimismo, el rollo se puede forrar con cinta aislante de diferentes colores si se quiere camuflar con los cables o si se quiere que tenga una estética determinada...

¿Quién dijo que el rollo de papel solo sirve para limpiarse después de ir al baño? Ha llegado el momento de poner rollo en el salón y no solo junto al retrete...