Una de las estancias de la casa que más hay que vigilar es, sin duda, el cuarto de baño, donde acechan las bacterias y donde, por necesidad, más suciedad llega al inodoro. Los gérmenes y las bacterias se acumulan con frecuencia, por lo que hay que deshacerse de ellos de alguna manera. La limpieza frecuente es esencial para mantener la higiene en esta parte de la casa.

La suciedad en el baño se acumula debido al alto nivel de humedad. Las duchas, el grifo del lavabo, tirar constantemente de la cadena y la humedad son un problema que hay que sortear. ¿Cómo hacerlo? Un sencillo truco viene en nuestra ayuda. Concretamente, se trata de limpiar e higienizar el retrete. Basta con echarle cáscaras de limón.

El método para limpiar e higienizar el inodoro: el truco de la cáscara de limón

El retrete no es fácil de mantener limpio y con buen olor. Muy a menudo se ensucia, se mancha y desprende olores desagradables. Existen muchos productos en el mercado para limpiar inodoros, algunos son excelentes y naturales, otros son químicos y es mejor evitarlos. Sin embargo, el limón es una de las mejores soluciones naturales que podemos poner en práctica.

El limón, como muchos saben, tiene propiedades limpiadoras y desengrasantes, por lo que es un ingrediente ideal para la limpieza del hogar. Puede combatir la cal, los malos olores y los halos. Para dejar la cerámica del inodoro como nueva, sólo tienes que seguir este sencillo procedimiento con cáscaras de limón. Necesitamos agua, limones y bicarbonato.

Cogemos cuatro limones y los cortamos por la mitad, luego los exprimimos en un vaso, sacando el zumo, sin desperdiciarlo. Ponemos las cáscaras de limón en la batidora, junto con medio litro de agua, y lo batimos todo durante un par de minutos. Pasamos la mezcla por un colador y la vertemos en una botella, tras lo cual nos dirigimos al baño.

Vertemos el bicarbonato de sodio en la superficie interior del inodoro y, a continuación, echamos la solución de agua y limón. Con la ayuda de la escobilla, fregamos bien las paredes interiores del inodoro y, a continuación, tiramos de la cadena. Esta operación ayuda a desengrasar e higienizar el inodoro, a la vez que lo deja perfumado.