Las marcas blancas se han establecido como una buena herramienta para que los consumidores puedan comprar a buenos precios productos de primera necesidad. Su explosión durante los años 90 hizo que cientos de consumidores se lanzaran a adquirir estos productos. La mejora económica posterior hizo que los hábitos cambiaran y los clientes optaran por las marcas clásicas de toda la vida. La explosión de ventas había sido tal que muchos anunciaban, ya que “nosotros no fabricamos para otras marcas”.

Lidl es una de las cadenas de supermercados más conocidas de España. Y eso que su éxito no se ha basado, o al menos no siempre, en los productos frescos. O al menos no solo en ellos. La cadena alemana quiso traer a España una de las filosofías con las que imperaba en otros países del mundo: la de vender en un mismo lugar todo lo que el cliente pueda necesitar. De hecho, en eso se basa gran parte de su éxito.

Pero, ¿quién está detrás de algunos de sus éxitos? Por ejemplo, detrás de la leche Milbona, que hace las delicias de muchos de los clientes de esta marca alemana. Varias páginas web han informado en los últimos meses de que es Celta, la leche gallega, la que fabrica para esta cadena de supermercados, haciendo así que puedan ofrecer un producto de calidad a un precio económico. No en vano Lidl se distingue por ser un supermercado en el que se trabajan pocas marcas ajenas a la propia cadena.

Si bien el supermercado vende alimentación y productos frescos, sobre todo no es eso solo lo que se puede encontrar en el hipermercado. Más bien al contrario. Buena parte de lo que engrosa la lista de grandes beneficios de este supermercado alemán son los otros productos que vende como los de bricolaje o los que ofrecen muebles para la casa o ropa para hacer deporte. Aún más: no hay quién pueda resistirse a sus productos llegados desde lugares como Italia o Francia en sus quincenas temáticas.

Lidl ha conseguido además una gran aceptación por parte del cliente en tres áreas de negocio: juguetes (hay quién hace no demasiadas semanas se peleaba por conseguir la réplica del supermercado para jugar), panadería (esta sección ha ido ganando presencia en los últimos meses) y, sobre todo, comida para llevar. No en vano en Lidl saben que el cliente cada vez tiene menos tiempo y valora que el supermercado le sirva para ahorrar.