Los insectos e invertebrados son seres inoportunos que a menudo se instalan en nuestras casas. Los mosquitos causan quizás la peor molestia, pero los gusanos en el cubo de la basura también serían un problema frecuente. Afortunadamente, los ataques suelen ser periódicos y desaparecen con la llegada de la nueva temporada. Sin embargo, hay algunos animales que parecen no hacer distinciones en cuanto al clima: son los peces de plata.

Se dice que el nombre se debe a la apariencia de sus cuerpos, que son similares a los de un pequeño pez gris metálico. A estas astutas criaturas les gusta esconderse en los lugares más oscuros y húmedos de la casa. Los cuartos de baño, los sótanos y las grietas de las paredes son los lugares favoritos para esconderse y poner sus huevos. Deshacerse de ellos no es una tarea tan fácil, al menos en apariencia. De hecho, con algunos trucos y un producto natural, podríamos resolver finalmente la situación a nuestro favor.

Los pececillos de plata no serían insectos peligrosos y, por tanto, no supondrían una amenaza para el ser humano. El principal problema derivaría de su insaciable apetito, que les lleva a alimentarse de provisiones. Por eso no sería difícil encontrarlos en la despensa devorando azúcar, harina u otros almidones que les gustan. O en el baño, donde parecen tener predilección por las escamas de pelo y piel.

La primera idea para intentar deshacerse de ellos de forma definitiva puede ser el control de plagas. Sin embargo, antes de llamar a la empresa especializada, deberíamos conocer al menos los gastos en los que podríamos incurrir. Por lo general, mucho dependerá de factores como el tamaño de la zona a tratar y el número de intervenciones necesarias. Sin embargo, a grandes rasgos, podríamos acabar gastando entre 80 y 100 euros por tratamiento.

Para disuadir a los pececillos de plata de ocupar su casa y evitar futuras invasiones, también hay algunos buenos remedios de bricolaje. El bicarbonato de sodio es uno de los más comunes, pero ciertamente no es el único. Sin embargo, en primer lugar, sería útil seguir algunas pequeñas precauciones. El uso de un buen deshumidificador podría ayudar a reducir la humedad presente. También podría abrir las ventanas regularmente para ventilar la habitación. Durante la limpieza de la casa, pues, insistimos en usar la aspiradora, aspirando todos los rincones, incluso los más escondidos. Por último, tratamos de guardar los alimentos en la cocina lo mejor posible, cerrándolos en recipientes de vidrio o plástico herméticos.

Una vez tomadas todas las precauciones necesarias, podemos poner en marcha nuestro plan. El ingrediente esencial para el éxito esta vez es el kieselguhr, también llamado tierra de diatomeas. Se puede comprar por Internet o en tiendas especializadas, como las que venden artículos para piscinas y acuarios. Para utilizarlo, basta con distribuir una dosis en las zonas donde crea que anidan los pececillos de plata. El polvo debería ayudar a deshidratarlos, dañando su revestimiento exterior. Este polvo lo puedes encontrar en Leroy Merlin.  Se trata de un multicorrector de carencias mineral de origen vegetal, totalmente inocuo por pertenecer al grupo de las sílices amorfas, formado por acumulación de algas en los fondos marinos, fosilidificadas por el paso de millones de años. La diferencia fundamental con respecto a otros minerales silíceos es que es de origen biogénico. Debido a la diversidad de formas de las diatomeas, unido a su baja densidad y a la intricada estructura del agua, posee unas propiedades físicas únicas. Se puede adquirir por 7,99 euros,

Otros usos del kieselguhr para el hogar

Kieselguhr no sólo responde a la pregunta de cómo eliminar el pececillo de plata del hogar. Los fines a los que se presta serían muchos, algunos similares al que acabamos de ver. Al actuar como un pesticida natural, ayudaría a contrarrestar el avance de hormigas, cucarachas y chinches, así como de arañas y escarabajos. Y su cobertura se extendería también contra las pulgas y garrapatas de los animales.

La agricultura también se beneficiaría. De hecho, parece que esparcir un poco de kieselgur en las plantas ayudaría a protegerlas de la radiación solar. Incluso se utilizaría en productos alimenticios, como aditivo o para la producción de suplementos naturales.