El olivo es uno de los árboles más populares de nuestro país. Muchos la eligen como la primera que se planta cuando tienen un jardín. Es una planta que soporta bien varios tipos de clima. Se puede encontrar en el sur, así como en el norte, hasta altitudes de hasta 800 metros.

En este momento, en casi todas partes, se están desarrollando los primeros frutos. Esas aceitunas que serán prensadas para convertirse en aceite en la agricultura, pero que, sobre todo, para quienes tienen un solo ejemplar en el jardín, suelen ser víctimas de la famosa mosca.

En términos botánicos, hablamos de Bactrocera oleae, una larva que se refugia en la drupa y obtiene sus nutrientes. Se reconoce por el pequeño agujero marrón que deja en la aceituna, lo que la hace incomestible. Por lo tanto, si no se llevan a cabo tratamientos específicos, toda la cosecha está en peligro.

Los grandes productores de petróleo lo saben y lo evitan a tiempo, aprovechando lo que la química pone a su disposición. A quienes sólo les gusta el olivo como planta ornamental les suele interesar poco la recolección de sus frutos. Sin embargo, también hay quien quiere disfrutar de los frutos de su árbol, quizás disfrutando de unas excelentes aceitunas en salmuera, producidas por ellos mismos. Sin embargo, para ello, es absolutamente necesario que impidan la mosca, de lo contrario su intención se mantendrá.

Sin tener que recurrir necesariamente a remedios químicos, podemos hacer uso fácilmente de dos elementos que seguramente ya tenemos en casa. Por supuesto, tendremos que gastar un poco más del euro necesario para eliminar los mosquitos.

Sin embargo, el procedimiento será bastante sencillo y eficaz y nos permitirá salvar un gran número de aceitunas de la invasión de la mosca.

El primer elemento que necesitamos es el vinagre de vino tinto. La segunda es la miel. Además, necesitaremos algunas botellas de plástico de 500 ml. Tendremos que hacer un agujero más o menos en el centro y veremos por qué más adelante.

Tomemos una palangana, llenémosla con un litro de vinagre y vertamos tres generosas cucharadas de miel. Mezclar bien y, con la ayuda de un embudo, llenar 4 o 5 frascos pequeños. Hacemos el agujero con un punzón y los colgamos en las ramas o los incrustamos en el tronco siempre que sea posible.

Las moscas se sentirán atraídas por el olor de la miel, entrarán por el agujero y serán matadas por el vinagre. Una estrategia perfecta, sin ninguna dificultad particular. Para combatir la molesta mosca de la aceituna, preparamos esta sencilla solución para intentar mantener el mayor número posible de ellas intactas. Luego, entre octubre y noviembre, podemos cosecharlas y consumirlas como queramos.