El súbito calor de estos días nos llevó rápidamente a pasar de apagar las calefacciones a encender los aires acondicionados sin que hubiera periodos intermedios. El clásico calor primaveral dio paso inmediatamente a las temperaturas de pleno verano. En poco menos de quince días, se ha producido un cambio brusco de temperatura. Para muchos, todavía no había tiempo para el cambio de estación. Es uno de los procedimientos que requiere más tiempo y paciencia para hacerlo bien sin estrés.

En segundo lugar, también habrá que limpiar el aire acondicionado, para que funcione a pleno rendimiento lo antes posible.

Con los costes de la electricidad disparados, se hace imprescindible hacer que el aire acondicionado funcione de forma óptima, evitando el derroche innecesario. Hay que empezar por una limpieza adecuada, que no sólo afecta al filtro. Por supuesto, este es el punto de partida más fácil, pero no debemos detenernos ahí.

Así que vamos a ver cómo hacerlo correctamente, paso a paso. Desconectamos el enchufe de la corriente y empezamos por equiparnos con una buena aspiradora, imprescindible para eliminar todo el molesto algodón que producen los chopos. Cuando desmontemos el filtro, de hecho, tendremos que darle una succión importante. Luego, lo pondremos en una solución con agua, vinagre y bicarbonato, que ya sabemos que son nuestros mejores aliados para diversos tipos de limpieza.

Lo dejamos actuar durante una hora, tras la cual lo aclaramos con abundante agua corriente, utilizando una esponja con un poco de jabón de Marsella. Deja que se seque bien al aire libre durante unas horas, preferiblemente no al sol. Este jabón se puede adquirir en la sección de limpieza de los supermercados Mercadona.

A continuación, pasamos a las divisiones. Desenganchemos la tapa y aspiremos bien. A continuación, vamos a utilizar una solución de agua, vinagre y jabón de Marsella para humedecer un paño de microfibra. Luego vamos a limpiarlo suavemente, eliminando la suciedad. A continuación, deje que se seque bien durante al menos 30 minutos.

Por último, el motor externo. Tras desmontar la tapa, simplemente utilizaremos un cepillo para eliminar la suciedad más gruesa. Para las cuchillas, en cambio, podemos aprovechar la solución utilizada anteriormente para las divisiones. También existen en el mercado sprays desinfectantes especiales que pueden utilizarse para este tipo de procedimientos. Por no hablar de que también podrías utilizar un pequeño compresor, pero ten mucho cuidado de no exagerar con el chorro de aire.

He aquí, pues, cómo limpiar el aire acondicionado para que funcione de la mejor manera posible, al tiempo que se reduce el consumo. Abandonarlo a su suerte, de hecho, además de no maximizar su uso, provocará inevitables aumentos en la factura.