Planchar no es ciertamente una de las actividades favoritas de la mayoría de los italianos. Pero la satisfacción de tener las sábanas, las toallas, las camisas y la ropa siempre en orden nos lleva a hacer este sacrificio y a encender la plancha incluso cuando preferiríamos relajarnos en el sofá. Pero mucha gente no sabe que hay una manera de hacer que el planchado sea aún más satisfactorio. Además de hacer que nuestra ropa luzca mejor, podemos aprovechar esta actividad para que huela aún mejor. Basta con aplicar un viejo truco de la abuela que recientemente se ha vuelto a popularizar. Veamos de qué se trata.

Unas gotas de agua de rosas perfuman la ropa y todo el entorno

El truco es muy sencillo: basta con añadir unas gotas de agua de rosas al agua destilada que solemos utilizar para planchar. De este modo, cuando pulsemos el botón de vapor mientras planchamos, el agua de rosas también se vaporizará y perfumará la ropa. Es especialmente eficaz para planchar los cuellos de las camisas. Además, perfumará toda la habitación en la que estemos planchando. Dos pájaros de un tiro. Pero veamos cómo podemos utilizar este truco con seguridad y cuáles son las dosis correctas.

Basta con añadir unas gotas al agua de la plancha para que la ropa y las sábanas queden perfumadas y aromáticas

Procure elegir un agua de rosas lo más natural posible, sin ingredientes superfluos que puedan acabar creando depósitos en el interior de la plancha. No te pases con las cantidades: basta con una tapita de agua de rosas por cada dos vasos de agua destilada. No se recomienda utilizar productos que dejen residuos como perfumes, detergentes o suavizantes. Pero si utilizamos este truco, debemos acordarnos de limpiar la plancha a menudo.

Limpiamos regularmente la suela para evitar que se forme una capa de grasa

Así que sólo tenemos que añadir unas gotas de agua de rosas a la plancha para perfumar nuestra ropa. Pero también hay que recordar que hay que limpiar la suela de la plancha con regularidad y con cuidado para evitar la acumulación de depósitos. Si no se eliminan, estos depósitos pueden afectar al funcionamiento del aparato e incluso provocar manchas en la ropa. Un remedio casero perfecto para limpiar la suela de hierro es preparar un vaso de vinagre caliente con una cucharada de sal dentro y utilizar la mezcla para fregar la suela con una esponja bastante áspera.