El baño es una de las zonas de la casa en la que la limpieza es fundamental. Es donde mantenemos nuestra higiene y nos aseamos a diario. La suciedad tiende a acumularse en el retrete, el lavabo y la ducha. A esta última debemos mostrar especial atención.

La humedad y los diferentes productos que utilizamos pueden propiciar la aparición de humedad en el ambiente y de moho en nuestra ducha o bañera. Por ello, es importante saber cómo enfrentarnos a él para eliminarlo. Aquí, te damos una serie de trucos de limpieza fáciles, efectivos y baratos para realizar con éxito esta tarea:

Lejía

Mezcla lejía y agua en un pulverizador y agita. Aplícalo a todas las superficies, tanto en paredes como en baldosas y el plato de la ducha. Tras rociar la mezcla, espera entre 15 y 10 minutos y, pasado este tiempo, utiliza un cepillo o esponja para frotar las superficies. Presta especial atención a las juntas para eliminar el moho al completo. Después, solo deberás enjuagar las pareces y ver lo limpio que ha quedado todo.

Amoniaco para eliminar el olor a humedad y el moho

En las zonas más difíciles de limpiar, lo más recomendable es aplicar amoniaco. Mezcla este producto con un poco de agua en un balde y viértelo sobre las superficies con moho. Pasado un rato, frota todas las zonas con ayuda de un trapo o una esponja y notarás cómo se va quitando el hongo con facilidad.

Recuerda ventilar el baño mientras limpias y después de hacerlo, pues el olor del amoniaco puede hacer que pases un mal rato. Puedes usar mascarilla para asegurarte una mayor protección.

Bicarbonato y vinagre par eliminar la humedad y el moho

Si quieres limpiar tu baño sin utilizar productos químicos, el bicarbonato y el jabón son la respuesta. Vierte estos productos en una botella de plástico y agita hasta los productos hasta que queden bien mezclados. Después, aplica la solución en las zonas de la ducha donde se haya acumulado el moho y espera treinta minutos aproximadamente para que actúe.

Pasado este tiempo, utiliza un cepillo para frotar la superficie, enjuaga con agua caliente y sécalo todo con un trapo limpio.

Modos de prevención

Si el moho aún no ha aparecido en tu ducha, debes conocer algunos trucos para evitar que suceda en un futuro. Lo primero y más importante es mantener el baño siempre ventilado para evitar que el agua quede estancada y pueda secarse de forma natural.

Otro consejo es utilizar paños limpios para secar la ducha después de utilizarla. Esto es algo que puedes realizar en todas las zonas de tu casa donde el agua sea susceptible de acumularse y propiciar la aparición de moho, como el fregadero o el bidé.

Como última recomendación, destacamos la importancia de limpiar la ducha como mínimo una vez al mes con algunas de las soluciones de las que hemos hablado. Así, evitarás que el moho se convierta en un problema en tu baño.