Las hormigas no son peligrosas para el ser humano, pero pueden causar daños considerables tanto en el jardín como en las estructuras domésticas. En el primer caso, por ejemplo, podrían dañar las plantas, las flores y los frutos, acelerando la propagación de otras bacterias y parásitos.

En el hogar, pueden contaminar los alimentos y, en los casos más graves, formar nidos que dañan sobre todo las estructuras de madera. En las próximas líneas trataremos de explicar un método, utilizado principalmente por nuestras abuelas, y así no usar los dañinos repelentes químicos.

Una solución muy antigua, que todavía se utiliza hoy en día para alejar a las hormigas, es la pimienta negra. Basta con moler un poco de esta pimienta cerca de las zonas más frecuentadas por estos insectos. Suelen encontrarse cerca de las macetas, o de las repisas de las ventanas, cerca de las puertas de las casas, etc.

Para potenciar el efecto de la pimienta negra, muchas personas la mezclan con canela o guindilla.

En casos graves

Recuerda que se trata de una solución temporal, que no elimina el problema de forma permanente. De hecho, en los casos más graves de invasión, es casi inútil.

Un remedio no invasivo y eficaz podría ser el uso de cebos alimenticios compuestos principalmente por sustancias proteicas o azúcares.

Se pueden comprar directamente en los supermercados y contienen sustancias venenosas para las hormigas. Las hormigas, una vez atraídas por el cebo, se lo comerán y lo esparcirán por los hormigueros, exterminando efectivamente a toda la colonia.

Aquí te ofrecemos 5 remedios naturales y económicos para ahuyentar a estos insectos sin que nadie resulte dañado en el proceso.

1. Vinagre (mezclado con agua a partes iguales): El vinagre difunde un fuerte olor que repelerá las hormigas inmediatamente ya que estos insectos odian el olor a vinagre. Además este líquido elimina los rastros de olor que utilizan para moverse, por lo que es muy eficaz. Cubre los caminos de entrada de la hormiga y todos los rincones y zonas, incluidas las encimeras, fregadero y ventanas, con vinagre.

2. Jugo de limón: El ácido perturba el sentido de orientación de las hormigas por lo que rocíalo por donde las veas pasar.

3. Polvos de talco o tiza: Un ingrediente de la tiza y los polvos de bebé es el talco, que es un repelente natural de hormigas. Colócalos en todo el lugar donde las hormigas están entrando en tu casa.

4. Bicarbonato de sodio y azúcar: Es una mezcla nociva para el cuerpo de las hormigas, por lo que huirán de ella.

5. Granos de café: El olor que desprenden hacen que las hormigas sean repelidas. Por ello, colócalos en puntos estratégicos, como en el jardín y alrededor de la parte exterior de tu casa.