La caída del cabello es un fenómeno que debemos considerar normal, ya que el cambio climático y la intemperie tienen su efecto corrosivo durante todo el año. Cada día perdemos una cantidad importante de pelo, en cada estación del año se produce este fenómeno, que estaría relacionado con el ciclo de vida del cabello. Utilizar productos para lavarla y cuidarla que sean naturales y suaves es importante para darle la nutrición adecuada. Masajear el cuero cabelludo, evitar los lavados frecuentes y utilizar protectores solares puede ayudar a frenar la caída del cabello.

Algunos estudios dicen que perdemos una media de entre 50 y 100 cabellos al día. Lo que debería preocuparnos son las anomalías. Es decir, perder cantidades mayores, tan rápidamente que no se respeta el equilibrio con el crecimiento y el engrosamiento. El examen que podemos hacer para evaluar la salud de nuestro cabello es el tricograma, un examen microscópico. Es un procedimiento mínimamente invasivo que permite establecer el ciclo de vida del cabello, su estado actual y las causas que están provocando la alopecia.

Si no sabemos qué vitaminas faltan cuando se cae el pelo, probablemente no conozcamos el impacto que la nutrición podría tener en este problema. Para engrosarlas mediante la nutrición hay que informarse sobre los efectos de las frutas, verduras y tubérculos. Los albaricoques y los melones o alimentos como las zanahorias, las patatas y la calabaza afectarían al crecimiento.

Las frutas verdes y anaranjadas son ricas en vitamina A que, consumida de forma constante, protege la salud del cabello. A esto se añade un conjunto de comportamientos que no deben faltar. Masajear el cuero cabelludo al lavarlo, utilizar un champú con queratina, cortar las puntas abiertas y evitar el tabaco.

Otros alimentos que deben incluirse en la dieta diaria son el salmón, el yogur griego y los arándanos. Este yogur (y el resto de productos) los puedes encontrar en la sección de alimentación de Mercadona. Los omega 3, las vitaminas y el hierro desempeñan su papel y una carencia podría tener repercusiones en la salud. El estrés, la falta de descanso y de sueño, el tabaquismo y el alcohol, y la falta de actividad física, además de poner en riesgo nuestro organismo, pueden provocar la caída del cabello.

Hay que hacer un discurso aparte para el aceite de oliva virgen extra. Nutrir el cabello con un pack de hidratación compuesto por unas gotas de aceite de oliva hará que el pelo esté fuerte y brillante. Esto debe hacerse 20 minutos antes del lavado. Al ser rico en vitamina E, el aceite combate la acción de los radicales libres que serían la causa del envejecimiento.

No sólo es importante determinar qué vitaminas faltan cuando se cae el pelo, sino también qué enfermedades generan este malestar. Porque hay numerosas enfermedades que provocan la caída del cabello.

Serían los desequilibrios hormonales y sistémicos, las infecciones fúngicas que afectan al cuero cabelludo, el estrés físico especialmente importante. Pero también el estrés psicológico, los tratamientos prolongados que nos obligan a tomar medicación durante mucho tiempo, o el daño a los folículos pilosos cuando llevamos peinados apretados. Cualquier comportamiento que no respete la delicadeza del cabello puede provocar su caída. Cuando lo cepillamos, cuando lo lavamos, cuando lo secamos y si no lo protegemos de la intemperie y de los rayos UV.

Existen numerosos suplementos en el mercado que ayudan a las mujeres a engrosar su cabello. Contienen polifenoles, quercetina, rutina, catequina y no suelen faltar hierro, magnesio, selenio, zinc y azufre. Los estudios que han analizado esta cuestión son numerosos y, con tantos productos en el mercado, no ha faltado la inversión en investigación.

Últimamente, los investigadores de California han descubierto una proteína que parece ser eficaz para la multiplicación y el rebrote de los folículos. El nombre sería Scube3 y las expectativas son altas, con la esperanza de obtener un tratamiento aún más eficaz que los anteriores.

Sin duda, entre los errores que cometemos cuando sufrimos la caída del cabello están los relativos a la alimentación. Ser descuidado y no darse cuenta de que sufrimos una deficiencia de vitamina B12 y vitamina D puede ser un gran error. Hoy en día, estas situaciones no son ni mucho menos infrecuentes, ya que la vitamina B12 proviene de la carne y, a la hora de decidir una dieta, muchas opciones de bricolaje pueden influir. Pedir información a un nutricionista antes de establecer la dieta diaria podría ayudarnos a evitar caer en ciertas trampas.

La deficiencia de vitamina D, en cambio, dependería del estilo de vida. Dado que la exposición al sol es importante para la ingesta, la falta de actividad física al aire libre puede ser algo que hay que evitar a toda costa. Caminar al aire libre también sería importante para limitar el estrés.