Con la llegada de los primeros fríos, la gente empieza a pensar en encender los radiadores de sus casas. Pero, ¿cuándo se puede encender la calefacción? La legislación impone fechas para el encendido de los radiadores y estas fechas varían en función de la región en la que se encuentre el piso.

Sin embargo, con la llegada del frío, antes de poner en marcha la calefacción es conveniente realizar algunas de las operaciones necesarias para el buen funcionamiento de los radiadores. Obviamente, los que tienen calefacción por suelo radiante o calefacción de leña en sus casas no tienen esos problemas. Quizá no mucha gente sepa que también existen sistemas de calefacción de techo.

Cómo ahorrar dinero en la factura del gas

La tecnología nos dice que la calefacción por suelo radiante es más eficiente que el uso generalizado de radiadores. Pero las estufas de leña o pellets son la mejor manera de ahorrar en la factura del gas. La forma más barata de calentar tu casa es con madera. Pero también se pueden aplicar otras soluciones para calentar la casa a coste cero. Por ejemplo, los que aprovechan el calor del aire y del agua y utilizan la energía solar.

Quienes no tengan estufas de leña o de pellets y no disfruten de la calefacción por suelo radiante, probablemente calienten sus casas con radiadores clásicos. Antes de poner en marcha la instalación de calefacción, obviamente en cumplimiento de la normativa, es conveniente realizar algunas operaciones imprescindibles para el correcto funcionamiento de la instalación.

Si tiene un sistema de calefacción clásico en su casa, con radiadores, debe limpiarlos en primer lugar. De hecho, sin esta operación, el polvo que se ha depositado en los elementos durante el verano entraría en el aire cuando se enciende la calefacción. Un truco para limpiar fácilmente los radiadores es utilizar un secador de pelo.

Una vez que se han limpiado a fondo los radiadores, el siguiente paso es realizar el mantenimiento rutinario. Lo primero que hay que hacer es ventilar los radiadores. Esta operación debe realizarse con los radiadores fríos y la caldera apagada. Esta sencilla medida hará que el sistema de calefacción sea más eficiente y la factura menos pesada.

La tercera de las tres cosas que hay que hacer antes de la temporada de invierno es comprobar si hay alguna avería en el sistema de calefacción. El radiador debe estar uniformemente caliente, ser silencioso y, sobre todo, no debe tener fugas de agua. Si se produce alguno de estos problemas u otros imprevistos, hay que actuar de inmediato, quizá llamando a un técnico.

De hecho, si un radiador no se calienta, puede ser señal de una avería en la caldera. Para hacer una comprobación inmediata, basta con abrir el grifo. Si sale agua caliente, la caldera está en pleno funcionamiento. Por otro lado, si el radiador sólo está caliente en algunas partes, podría ser un problema del propio radiador. Tal vez haya burbujas de aire en el sistema y sea necesario purgarlo.