La marca blanca fue algo muy popular durante los años 90 en España. Cuando los supermercados e hipermercados con presencia en nuestro país se dieron cuenta de que a los consumidores les interesaba más el producto que la marca que estaba detrás y que sobre todo se buscaba competir en precio desde las grandes cadenas de distribución de alimentación se llegó a acuerdos con fabricantes de todo tipo para que se pudieran vender productos bajo la denominación genérica del supermercado y se rebajaran considerablemente su precio.

El impacto de este tipo de campañas fue tal que desde muchas de estas marcas se lanzaron campañas llamando a un consumo responsable. Todos recordamos en la publicidad de las televisiones de los años 90 aquello de “nuestra marca no fabrica para otras marcas”. Un clásico que trataba de poner en valor una enseña concreta.

Lo cierto es que durante los primeros años 2000 la mejoría económica hizo que muchos consumidores dejaran de lado estas marcas blancas pero solo una década después, con la nueva crisis que tuvo lugar tras el hundimiento del ladrillo, se volvió a retomar la costumbre de consumir de este tipo de marcas. En supermercados como Mercadona la gran mayoría de sus productos son de su propia marca: Deliplus o Hacendado han entrado por lo tanto por la puerta grande de nuestras despensas sin dejar casi hueco para otros productos.

Pero, sabiendo que no hay ninguna cadena de alimentación en nuestro país que tenga fábricas de todo tipo el consumidor casi siempre se pregunta ¿quién fabrica los productos que compro de marca blanca? En el caso del Hacendado, por ejemplo, esta pregunta se suele repetir mucho con las pizzas frescas, que son un producto muy demandado y que a muchos hogares le solucionan una cena de última hora.

Pero también con los postres y las bebidas. Hace unos días en el campo de las cervezas salía a la luz la marca que se hace cargo de Ramblers, la cerveza que Día vende por 25 céntimos. Se trata de Salem (Valencia).