El verano, de hecho, aunque aún no haya llegado oficialmente, se pegaría literalmente a nuestra piel y lo llevaríamos incluso fuera de la playa. En el trabajo, entre los recados o incluso simplemente estando parado, la señal de su presencia constante sería el sudor, que empezaría a ponerse serio de nuevo.

En esencia, nos encontramos, de la noche a la mañana, diciendo adiós a la piel seca y sedosa y dando la bienvenida, a regañadientes, a la piel grasa y empapada de sudor. Sin embargo, el cambio más significativo suele producirse en las axilas, que pueden convertirse en grifos abiertos.

La desventaja de esta intensa actividad no sólo serían las camisetas y camisas constantemente mojadas, sino también los halos amarillos semipermanentes y las odiosas manchas de desodorante.

Es cierto que esto nos ayudaría a no oler, pero muy a menudo dejaría manchas blancas, que pueden incrustarse y son difíciles de eliminar. Sin embargo, para facilitar la limpieza, podemos contar con la ayuda de algunos productos naturales, que dejarán de convertir uno de los típicos problemas del verano en una pesadilla.

Como decíamos, las manchas blancas y costrosas que deja cualquier desodorante para las axilas serían una auténtica constante del verano.

Para remediar el problema, podríamos intentar crear un spray de aroma 100% natural con productos repelentes de manchas, transpirables y absorbentes.

Sin embargo, si a estas alturas el daño está hecho, podemos cubrirnos con una limpieza adecuada. También en este caso acuden al rescate los productos naturales, que eliminan las manchas sin estropear los tejidos.

Prendas blancas

Para todas las camisetas, camisas o tops blancos, podemos probar una solución a base de zumo de limón y sal. Ambos tendrían una acción blanqueadora y limpiadora, además el zumo de limón actuaría como desinfectante.

Para utilizarlos juntos, debemos hacer una crema mezclando el zumo de un limón y una cucharada de sal. Luego, trabajando sobre la ropa seca, debemos extenderlo sobre las manchas, dejarlo durante 10 minutos y finalmente proceder al lavado habitual.

Ropa negra

Si, por el contrario, nos preguntábamos cómo quitar las manchas de desodorante, incluso las más resistentes, de la ropa negra, aquí tenemos una solución que puede ayudarnos. Basta con humedecer las manchas con vinagre de vino blanco, pasando un algodón, y luego verter media cucharadita de bicarbonato de sodio sobre ellas y frotar suavemente.

Tras esperar 10 minutos, podemos proceder al lavado habitual. Además, para avivar el color, podemos hacer un remojo con agua y unas tazas de café frío.

Ropa de color

Por último, para las prendas de color podemos utilizar el jabón de Marsella, que podemos extender directamente sobre las manchas secas de desodorante.

A continuación, debemos proceder a un remojo en agua tibia, procurando empapar sólo la zona tratada, y debemos completar el procedimiento con el lavado habitual.