Paco Jémez, entrenador de la UD Ibiza: "La combinación fantástica es sentirte invencible siendo humilde"

El técnico celeste llama a rebajar la euforia tras las cuatro victorias seguidas, pero no la alegría y la ilusión

Paco Jémez.

Paco Jémez. / D.I.

Rubén J. Palomo

Rubén J. Palomo

Ibiza

Paco Jémez ha analizado este viernes en rueda de prensa la situación de la UD Ibiza tras encadenar cuatro victorias consecutivas y el partido de este domingo frente al Atlético Sanluqueño, que visita el Palladium Can Misses (12 horas) en posiciones de descenso.

El técnico celeste ha advertido de los riesgos que puede implicar un exceso de euforia y de confianza, pero ha reconocido que la buena dinámica del equipo invita al optimismo en un vestuario cada vez más sólido y cohesionado.

¿Racha imparable?

"Tanto como imparable, no. Somos cada semana mejor equipo, cada semana lo hacemos mejor tanto en ataque como en defensa, y vamos a intentar que esta racha dure lo máximo posible. Nadie en esta categoría ha conseguido cinco victorias consecutivas y estamos en disposición de hacerlo: conseguir lo que nadie ha conseguido. Espero que el equipo siga haciendo bien las cosas porque así tenemos mucha capacidad para ganar. Si estamos acertados en todo, somos difíciles de ganar".

¿Plan de partido diferente?

"No, hay que entender a los rivales, analizarlos y saber cómo juegan, pero no tenemos que cambiar nada de lo que estamos haciendo. Si nos encontramos un equipo más hundido y con menos espacios, tendremos que generar las respuestas necesarias para hacerles daño. Todos los partidos son distintos, ningún rival juega igual. El Sanluqueño va a venir a hacernos daño, vienen con ilusión tras ganar al Atleti B y pueden salir de los puestos de abajo. No van a regalarnos nada, espero al mejor rival que me puedo imaginar y un partido complicado y difícil. Con pocos espacios a su espalda, tendremos que estar finos con balón".

Rebajar la euforia

"Pasar de la felicidad a la euforia es tremendamente fácil y peligroso. A corto plazo, las euforias son normales, pero a medio y largo plazo son difíciles de mantener. La alegría y la ilusión son muy buenas y no quiero que se pierdan. Pero no quiero ni euforia ni confianzas; lo más difícil está por llegar, pero seríamos tremendamente incompetentes si somos nosotros los que nos hacemos daño por creer que está todo hecho. El equipo sigue entrenando muy bien y esa es la vara de medir de si el equipo está confiado o no. Cuando la tienes, bajas el listón en tu trabajo, eso se ve muy rápido y no está pasando. Cada semana estoy más contento de cómo el equipo trabaja y entrena. Pero me gustaría huir de la euforia. He vivido muchas situaciones de estas y sé lo que contarle a los jugadores y lo que tienen que saber para que no caigan en ese error".

Mo Dauda, baja; Monjonell, duda

"Mo Dauda sería demasiado precipitado [que jugara el domingo], está trabajando con el grupo, pero no a gran intensidad, a ver la semana que viene cómo responde. Hay que ir con cuidado con las lesiones musculares. El resto están disponibles, con la duda de Erik Monjonell, que venía con el tobillo hinchado y a ver mañana si ha perdido el dolor en la zona".

Posibilidad de ser líderes

"Que mi equipo iba a mejorar no solo lo pensaba, sino que tenía esa seguridad. Pero poder ser líderes…. Cuando no depende de ti, estás jodido. Es muy complicado. Hace cuatro semanas estábamos a 11 puntos. Que fallase el resto no nos preocupaba porque no lo podíamos controlar, si se ha dado tan rápido, mejor para nosotros. Nadie preveía que fallaran tanto en tan poco tiempo, pero esa cercanía hay veces que le da miedo al jugador; el miedo a ganar es peor que el miedo a perder. Y quiero que mi equipo me demuestre que no lo tiene. Esa presión es diferente. Los de arriba no van a seguir regalando tanto". 

Sensación de ser invencibles

"La combinación fantástica es sentirte invencible siendo humilde. Si consigues esa combinación, es una bomba. Sentirte invencible, pero entendiendo que cualquiera puede estar a tu altura, pero tampoco por debajo, ésa es la fórmula mágica. Creo que en el vestuario, por dónde venimos algunos y por cómo vienen muchos jugadores con hambre y humildad, eso nos viene muy bien. Esas gotas de humildad, combinadas con la sensación de que somos invencibles, me gustan. Ojalá retrasemos mucho la derrota, pero todas las rachas se cortan, hay que estar preparado para eso".

Mensaje la afición

"Si no responden igual y no somos capaces de llenar nuestro campo, no nos merecemos llegar donde queremos llegar. Yo no lo entendería. Si tuviéramos un campo de 20.000 personas lo entendería, pero con tres o cuatro mil personas, si no somos capaces de meterlos siempre [en el estadio], con el objetivo tan bonito que tenemos, me decepcionaría bastante. El equipo está haciendo todo lo que está en su mano para ver el campo lleno y con la gente con ganas de apoyarlo. Si no es así, sería decepcionante para todos. Hay que aprovechar estas oportunidades. Si el club no se ve apoyado en todos los sentidos, un día el tío que pone la pasta puede decir: hasta aquí hemos llegado. Aquí se pueden construir cosas muy bonitas, pero con ayuda de todos".

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