La historia de la UD Ibiza se repite en Granada

La UD Ibiza revivió ayer en Granada su frustrante vía crucis en LaLiga SmartBank tras encajar en el estadio Nuevo Los Cármenes la cuarta derrota consecutiva (2-0). El conjunto ibicenco volvió a ofrecer buenas sensaciones y por momentos tuteó a otro aspirante al ascenso, pero la falta de efectividad le penalizó de nuevo ante un Granada que prolonga su racha triunfal como local. Un gol a balón parado en la primera parte y una acción personal de Bryan en la recta final sentenciaron a un Ibiza que continúa colista con 16 puntos, cada vez más lejos de la salvación.

Martín Pascual por Marcos Mauro, que pagó con el banquillo su fatal error que propició la remontada de Las Palmas, y Javi Vázquez por el sancionado Escobar, fueron las únicas novedades en el once celeste, mientras que Paco López introdujo cuatro cambios respecto a la derrota ante el Levante, con la importante baja del goleador Uzuni por lesión.

Los primeros minutos tuvieron como protagonista a la UD Ibiza, intenso en la presión y bien plantado en campo contrario discutiendo la posesión a un Granada en el que Bodiger vio la primera amarilla cuando todavía no se había cumplido el primer minuto de juego.

El conjunto nazarí se fue estirando y creó problemas a la zaga celeste gracias a la movilidad entre líneas de Melendo, Soro y Callejón. Ambos equipos buscaban el área rival sin titubeos, a campo abierto y corriendo riesgos en un inicio bastante igualado en el Nuevo Los Cármenes. A pesar de un puñado de disparos lejanos y acercamientos, no se registraron ocasiones de claro peligro hasta el minuto 19, cuando Víctor Díaz cabeceó al fondo de las mallas un córner perfectamente ejecutado por José Callejón (1-0). Los marcajes fallaron ante la estrategia del equipo local y el veterano pivote granadino remató en el área chica con absoluta libertad –quizá Fuzato pudo salir– para romper la igualdad y socavar las esperanzas celestes.

Los de Alcaraz no bajaron los brazos pero Antonio Puertas, tras una plácida transición, pudo ampliar la ventaja local en el minuto 25 con un zapatazo desde la frontal del área que impactó en el larguero. Poco después fue Bodiger quien lo probó con otro gran disparo que Fuzato mandó a córner con la punta de los guantes. Con espacios y amplitud, el Granada es letal en su campo (invicto, 22 goles a favor y dos en contra) y los ibicencos sufrieron en primera persona el sometimiento nazarí.

Todo pudo cambiar tras un larguísimo saque de banda de Joseda que cayó en el punto de penalti en las botas de Nolito quien, tras un excelente reverso, remató con potencia obligando a Raúl Fernández a hacer una parada salvadora para evitar el empate (min. 34).

Los isleños se sacudieron la presión y en otra aproximación fue Ekain quien apunto estuvo de conectar de cabeza un buen centro de Appin desde el vértice del área. No obstante, sin balón sufría un Ibiza que tuvo que aplicarse hasta el descanso para impedir que el Granada aumentara su ventaja a pesar de estar firmando un partido muy gris.

Con la suerte en contra

Tras el paso por vestuarios tuvo la igualada Mati Bogusz, inadvertido en la primera parte, con un disparo lejano y escorado que se envenenó al caer en picado y que obligó al portero nazarí a repeler de puños como pudo. A los de Alcaraz no les quedaba otra que adelantar las líneas, presionar arriba y percutir sin descanso en busca del gol. Y por momentos encerró a un Granada que incluso recibió pitidos desde la grada.

Nolito la tuvo, en el minuto 53, pero se empachó de balón y resolvió con un disparo desviado una acción franca cuando tenía compañeros con mejores opciones para definir. Tampoco tuvo fortuna la UD Ibiza en un centro peligroso del propio Nolito que remató Herrera en boca de gol obstaculizado por Neva. Respondió el Granada con una gran maniobra de Puertas dentro del área para servir un balón de oro que Soro cabeceó fuera con Fuzato superado.

Prueba del flojo encuentro de los nazaríes, Paco López agotó sus cinco cambios a los 66 minutos, mientras Alcaraz solo introdujo la variante de Suleiman por Nolito en banda izquierda.

La UD Ibiza había crecido durante la segunda mitad y Ekain acarició el empate en el 71’ con un excelente cabezazo que se marchó junto al poste a la salida de una falta lateral. Más tarde lo probó Bogusz con un lanzamiento ajustado desde la frontal del área que atajó Raúl abajo. Como en los últimos partidos ante aspirantes al ascenso, el colista estaba plantando cara y haciendo merecimientos al menos para puntuar.

Sin embargo, los celestes no fueron capaces de aprovechar sus mejores minutos y el cuadro andaluz sentenció en una vertiginosa acción personal de Bryan Zaragoza para cerrar el partido batiendo por bajo a Fuzato en el minuto 81. De nada sirvieron los cambios previos efectuados por Alcaraz con Kaxe y el debutante Lukas Julis. El equipo ibicenco encadena su quinta derrota consecutiva, contando la de Ceuta en Copa, y ve cada vez más lejos la salvación.

Quinta derrota consecutiva entre Liga y Copa del Rey

A pesar de las buenas sensaciones que está generando la UD Ibiza, la de ayer fue la quinta derrota consecutiva que encaja el cuadro celeste entre Liga y Copa del Rey tras su eliminación en Ceuta.

Los de Alcaraz despidieron el año con una sonora goleada en Albacete (4-0) y sucumbiendo ante el colista de Primera RFEF en el torneo del KO. Sin embargo, experimentaron una notable mejoría a partir de la segunda vuelta que no se ha visto refrendada en puntos. En las tres últimas jornadas han merecido puntuar, pero ante tres de los candidatos al ascenso como Eibar, UD Las Palmas y Granada terminaron sucumbiendo. Toca remontar. 

Gol en jugada de estrategia de Víctor Díaz en la primera parte

Tras un inicio muy igualado y con la UD Ibiza ejerciendo una notable presión sobre su rival, el Granada se adelantó en el marcador gracias a una acción a balón parado que no defendió bien el conjunto celeste. José Callejón botó a la perfección el córner y Víctor Díaz se aprovechó de un bloqueo a su defensor para imponerse en el salto, como se aprecia en la imagen, y cabecear en el área pequeña al fondo de la red. Fuzato no salió a despejar.

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