Uno de los mayores retos a la hora de decorar una vivienda es la falta de metros cuadrados. Sin embargo, un sentido práctico y grandes dosis de imaginación, harán posible sacar provecho de cada centímetro, sin que se convierta en un bazar. ¿Cómo? A continuación, le damos algunas pautas para tener una minicasa de revista.

Algunas viviendas en ocasiones sufren los mismos síntomas que el protagonista de 'El increíble hombre menguante', que aterrorizó al público de 1957. Pero la falta de espacio no tiene porqué arruinar el resultado de un buen proyecto de decoración. Optar por lo realmente necesario es vital pero siempre buscando piezas con estilo y personalidad.

El uso de colores claros es clave. Desde el blanco puro a cualquiera de sus variaciones, (hueso, roto, tiza, antiguo, etc.), pasando por los grises, los topo, rosados, azules o verdes, pero siempre en sus tonalidades más claras. Los techos pintados de blanco siempre darán más sensación de amplitud.

Eliminar tabiques y abrir algunas estancias también dará sensación de amplitud: unir la cocina con el salón, integrar una pequeña terraza al salón, o la zona de lavado a la cocina. Si aun así se desea mantener tabiques y separaciones, lo mejor es optar por el cristal o puertas correderas también de cristal. En ambos casos, serán una gran opción, que ofrece un aspecto muy moderno, aporta luminosidad y es apto incluso o incluso el baño para unirlo con el dormitorio, de manera visual.

Algo parecido ocurre con los espejos. El uso de espejos ayuda a ampliar visualmente cualquier estancia, y a aumentar la luminosidad de los espacios. Cuanto más grande sea el espejo, mayor será este efecto.

Las puertas correderas, en cualquier material, son una buena alternativa para separar habitaciones y para los armarios de los dormitorios. Ante la falta de espacio, permiten mantener todo en su sitio, sin chocar con otros muebles.

Si los techos son lo suficientemente altos, hay que aprovechar ese espacio. ¿Cómo? Instalando en las paredes, baldas cercanas al techo, y a lo largo de toda la pared. Para evitar que esto quede recargado, se pueden intercalar distintos objetos como libros, discos y cajas de almacenaje, pero decorativas, con fotos, pequeños cuadros y espacios vacíos. Las baldas también son buena opción en otras estancias como la cocina, el baño o pequeños rincones donde es difícil poner otro tipo de mueble.

Se puede cambiar el marco de una puerta por una buena estantería (incluido el dintel). Las estanterías realizadas en DM dan muy buen resultado, por el acabado y la durabilidad. En blanco puede ayudar a resaltar además el color de la puerta y los objetos que se almacenen en ella, así como mimetizarse con lo que la rodea, (la pared o la puerta si son del mismo color, jugando así con las tonalidades o los contrastes). De igual manera se puede hacer a ambos lados de las ventanas y en el espacio que queda debajo.

Multiusos y a medida

En una casa pequeña el problema del almacenaje puede resultar francamente dramático. Sin embargo, existen un buen número de soluciones con un alto valor decorativo. Para empezar los armarios. Si pueden ser a medida, mejor. Aunque son más caros, son capaces de aprovechar al máximo los espacios, espacios estrechos o alcanzar alturas de suelo a techo. Los tiradores pueden ir camuflados, para mantenerse casi 'invisible', a pesar de las grandes dimensiones que suelen tener los armarios. Así no dará sensación de exceso.

Los muebles deben ser multiusos para aprovechar bien el espacio. Baldas abatibles que puedan servir como mesa para comer o como pequeño escritorio, mesas con cajones, baúles que son bancos, o el clásico sofá-cama. Sin olvidar en el cuarto el canapé. Un cajón desastre de gran capacidad.

El suelo

Tanto el color de las paredes como el color del suelo pueden ser dos buenos elementos delimitadores de ambientes. En el caso concreto del suelo, el uso de distintos materiales para diferentes estancias ayudará a crear un juego óptico que marque límites. De igual manera se puede optar por el uso de textiles. Las alfombras además se pueden cambiar según la temporada, y renovar con facilidad.

En las casas más pequeñas es importante vivir con lo necesario, sin prescindir de algún capricho como alguna pieza decorativa de gran valor: cuadros, un sillón o una lámpara de diseño. Incluso alguna antigüedad.