"Pesadilla en la cocina" es uno de los "realitis" más controvertidos de la pequeña pantalla. Las quejas de algunos hosteleros tras el paso del equipo de Alberto Chicote por su local ha hecho que surjan muchas dudas sobre si es verdad lo que se ve en las pantallas o si, por el contrario, es todo un montaje para tratar de ganarse a la audiencia. Una exparticipante cuenta ahora su versión, en la que queda claro que no todo es mentira, pero tampoco todo verdad.

El relato lo ha hecho la influencer Helena F. Santos, influencer, escritora y empresaria, quien participó como parte del equipo de un restaurante que, tal y como ella explica, montó su marido con otros dos socios. "Ellos vienen un día, les das las llaves y montan las cámaras", comienza relatando sobre la aventura de "Pesadilla en la cocina".

Tras esto, vinieron cuatro días de mucho trabajo. "A doce horas o más", afirma del programa liderado por el afamado cocinero Alberto Chicote, al que describe como una persona "muy agradable".

Una de las principales dudas de los seguidores del programa es si todo está guionizado. Aquí, Helena F. Santos es clara: "No está guionizado, pero sí es cierto que ellos llevan una estructura de programa". Se explica: "Por ejemplo te llaman para decirte que hay un problema en una estancia, pero no te dejan entrar al momento".

Helena F. Santos, popular en redes sociales por relatar su día a día criando a tres hijos, apunta también un dato importante: desde el momento que pasa el casting, la productora no les deja hacer ningún tipo de cambio. Ni en el local ni en la plantilla. "Los problemas de personal que teníamos eran reales. Desde el casting al rodaje pasaron meses y eso era una olla a presión", apunta.

La presión y la intensidad del rodaje fue tal, que afirma Helena F. Santos afirma que llegaba a su casa agotada. "Estaba muy cansada y no dormía por las noches", asegura. Además, también confiesa que tuvo sus dudas sobre cuál sería el resultado final del montaje, ya que temía que la edición dejase fuera de contexto algunas de las situaciones vividas, dañando su imagen. "Puedes quedar como la mala y como la buena, porque pasan muchas cosas", afirma. En su caso, tuvo suerte: "Buscaron un malo, el jefe de cocina, que era muy buena persona".