First Dates cuenta con un elemento esencial para enganchar a la audiencia temporada tras temporada y ser una fuente inagotable de contenido: el amor. Si bien no siempre surge la llama entre los que se presentan en las citas a ciegas, a menudo salta la sorpresa y resulta que, de repente, dos personas que estaban hechas la una para la otra acaban encontrándose en el restaurante del amor.

Carlos Sobera, presentador del programa desde sus inicios, ha sido testigo de incontables encuentros que no siempre han salido bien. Por su restaurante del amor han pasado auténticos personajes con aficiones, gustos y preferencias de lo más variadas, que han causado una verdadera sorpresa en sus acompañantes durante la cita. A riesgo de que no siempre salga bien, muchos prefieren mostrarse tal y como son a vender una imagen de ellos mismos que no corresponde a la realidad.

Es lo que ha ocurrido en la cita de Álvaro y Marta. El encuentro empezaba con buen pie. “Es una chavala guapa, alternativa, de mi rollo”, confesó Álvaro fuera de cámaras. Sin embargo, Marta sorprendió a su cita nada más sentarse. “Perdona, pero es que se supone que yo no tendría que estar aquí”. Su cita se sorprendió y le preguntó el motivo, a lo que ella respondió: “Yo tengo personalidades y yo soy una personalidad. Ahora he salido yo, pero no tenía que haber salido”. Álvaro, sorprendido, quiso saber más al respecto: “Vivimos varias en este cuerpo y era Sole la que tenía que venir, pero he venido yo”. De repente, la cita de Álvaro se soltó el pelo y volvió a presentarse: “Sole, encantada”.

En este punto del encuentro, Sole le ha contado su experiencia de pequeña y cómo la música le había salvado la vida. En medio de la cita, Marta volvía a salir al frente. Al final de la cita, ambos han dicho que sí a una segunda cita para conocerse mejor. Álvaro, pese a lo loco que había sido todo en un momento, como contó fuera de cámara, supo mantener la compostura durante el encuentro y tranquilizar a su compañera.