'Joaquín, el novato' sigue arrasando entre la audiencia de Antena 3. Este miércoles los espectadores volvieron a disfrutar con Joaquín y con Pablo Motos, que se convirtió en el tercer invitado del programa. El presentador de 'El Hormiguero' mostró al futbolista los entresijos de su trabajo y aprovechó para hablar de su evolución a lo largo de estos años. Un cambio que también ha implicado el aspecto físico.

Reflexionando sobre la transformación que ha experimentado durante estos años, Pablo Motos contó una anécdota sobre las operaciones estéticas. . "Pensé que debía mejorar mi imagen, así que quería los dientes más blancos", comenzó contando.

Un blanqueamiento que marcó el inicio de su accidentado cambio. Y es que el presentador hizo una locura. Decidió cambiarse los dientes un verano en un solo día, y al día siguiente fue a operarse de la vista. "Al día siguiente veía doble y de los nervios me había roto todos los dientes. Empecé a apretar y como el pegamento llevaba muy poco tiempo, me dejé algunos dientes para fuera y otros para dentro. Me quitaron lo de los ojos y veía a mi mujer y a mi mujer, veía doble", aseguró.

Pero la cosa no quedó ahí. Pablo Motos quiso darle otro giro a su rostro y se decantó por ponerse botox. "Me empezaron a pinchar y yo sentía que se me inflaba la cara por dentro. Me dijeron que había quedado fenomenal y pensé 'mi mujer no se va a enterar de nada'", recordó, pues ella le había desaconsejado la intervención. 

"Yo me asusté, intentaba hacer gestos y no me iba la cara. El bótox te deja todo eso muerto. Estuve todo el verano tocándome para ver si me volvían las arrugas. En el inicio de esa temporada de 'El hormiguero' no me podía reír", concluyó.