Ana María Aldón nos ha dejado grandes titulares sobre su (nula) relación con José Ortega Cano. Con más fuerza y actitud que nunca - aunque ella confiesa que no está recuperada y tiene subidas y bajadas en las que está muy triste - la andaluza ya habla sin paños calientes sobre su grave crisis con el torero.

Así, a pesar de que se resiste a pronunciar la palabra separación, la colaboradora no tiene problemas en confirmar que cada uno hace su vida y, a pesar de haber coincidido durante una semana en Costa Ballena, ni siquiera han hablado: "Estamos conviviendo con nuestro hijo, pero no hemos hecho ningún plan los tres. No comemos juntos, yo no voy a la piscina, él entra, sale, baja con el niño... Llevamos una vida cordial, como mejor podemos llevarla".

"En la casa hay tres habitaciones y no dormimos juntos. No voy a ser una hipócrita y a maquillar la situación. Estamos atravesando esto y lo estamos haciendo de la mejor manera y sin pedir permiso ni dar explicaciones a nadie por el bien de nuestro hijo" ha contado, insistiendo una vez más en que después de "dar el 100% en este matrimonio" lo único que le preocupa ya es el "bienestar" de su niño y ya no espera nada de Ortega Cano.

"Es una pena haber llegado hasta aquí, pero también es una pena una enfermedad, morirse, hay muchas penas en el mundo. Nosotros tenemos una alegría que es nuestro hijo y lo vamos a hacer lo mejor posible si nos dejan" ha añadido, asegurando que cuando llegue el momento de hablar con el torero sobre su separación no tenga que ser ella quien saque el tema: "Espero que seamos los dos porque somos dos adultos".

Revelando que todavía no está bien y que tiene miedo de dejar Cádiz y a su familia para volver a Madrid y retomar su día a día sin el apoyo de los suyos cerca, Ana María está poniendo todo de su parte para que la tristea y el llanto que la han acompañado este verano - uno de los peores de su vida - queden atrás: "Tengo ganas de mirarme al espejo y decir vamos a tirar para adelante".

"Quiero tener las fuerzas que estoy recuperando, que perdí. Cuando te encuentras en esa situación te agarras a un clavo ardiendo, yo le miro la cara a mi hijo" ha confesado, explicando que antes de "sentirse deseada por otro hombre" - sin duda una frase que deja claro que lo suyo con Ortega Cano parece no tener vuelta atrás - quiere volver a ser la misma de siempre.

Unas impactantes declaraciones que aumentan la brecha ya existente en el matrimonio y tras las que Ana María ponía rumbo a un hotel en lugar de al domicilio familiar asegurando que va a luchar por su vida y por su hijo pero dando la callada por respuesta a las preguntas relacionadas con su marido.