Día marcado en rojo en el calendario para Kiko Hernández, que este viernes cumple 46 años. Disfrutando de unas merecidas vacaciones tras unos meses especialmente intensos en 'Sálvame', el colaborador se encuentra alejado del foco mediático, volcado en sus hijas Jimena y Abril, que ya tienen 5 años. Además, el madrileño, que siempre ha confesado que es muy coqueto, está todavía recuperándose del injerto de pelo al que se sometió recientemente para estar guapo para sus pequeñas.

Sin embargo, Kiko ha reaparecido con motivo de su cumpleaños y lo ha hecho de una manera que no imaginábamos, soplando las velas de su tarta con su mayor enemiga, Alejandra Rubio, en la casa de María Teresa Campos a las afueras de Madrid.

Días después de que la hija de Terelu Campos arremetiese contra el colaborador en su primera visita al 'Deluxe' - cuando aseguró que Kiko no quiere a su madre ni a su abuela tanto como dice porque sino no habría hecho tanto daño a la familia con sus ataques contra ella - Teresa Campos ha querido mediar para que su nieta y el que considera un gran amigo acerquen posturas.

Y qué mejor que organizar una comida informal en su domicilio con su 'núcleo duro', formado por Rocío Carrasco, Fidel Albiac o Belén Rodríguez entre otros. Como invitados de honor, Alejandra y Kiko Hernández, que se han visto las caras y, quien sabe, quizás han sellado una reconciliación que tanto Teresa Campos como sus hijas Terelu y Carmen Borrego - a las que no vimos en el almuerzo - estaban deseando hace mucho tiempo.

A pesar de que Kiko ha preferido no hacer declaraciones sobre su reencuentro con su 'archienemiga', sí se dejó ver de lo más cómplice y sonriente con Rocío y Fidel, de los que se despidió cariñosamente tras la comida. Y, poco después, compartía en sus redes sociales una imagen de las velas de su tarta de cumpleaños, que ha soplado en la casa de Teresa.

Sonriente, bronceado, y ocultando los efectos que el injerto ha tenido en su cabello bajo una gorra, Kiko eligió un look informal con bermudas, camiseta y mochila para asistir a la reunión e celebrar, por todo lo alto, su 46 cumpleaños por adelantado.