El último asturiano que ha acudido al programa de citas de Cuatro, First Dates, iba muy dispuesto a encontrar el amor. Lo dejó claro desde el principio, aunque tenía su trabajo y su "casa pagada" en Asturias, estaba dispuesto a mudarse para vivir su amor si la cita iba bien. Borja tiene 36 años, no tiene hijos y es minero. Vive tanto su profesión que en su mensaje de presentación lo dejó claro. "Todos los asturianos deberían pasar por la mina; no digo que sea una obligación pero es una tradición de muchas generaciones. Es un mundo guapo. Te tiene que gustar porque es duro, pero luego tiene su recompensa".

El asturiano llegó al programa y dijo haberse quedado con las ganas de llevar una botella de sidra para echar un culín, pero tenía miedo de escanciarlo en mitad de la cena "y mojar a la chavala". Buscaba a alguien con quien "tener una estabilidad y estar pa' lo bueno y pa' lo malo". Le apetecía conocer a alguien cenando y no de copas. Su cita era Sheila, una chica de Tarrasa de 33 años con una niña. Para ella resultaba fundamental encontrar a alguien que entendiese que lo más importante en su vida es su pequeña. Además, no estaba dispuesta a mudarse. Es por eso que Borja dejo claro que él sí estaría dispuesto a irse a Tarrasa si la cosa fluía. De hecho, le contó que había estado varios años viviendo en Reus.

Al asturiano le gustó todo de ella ("la altura, el color de pelo, los tatuajes...") y la cena transcurrió con normalidad a pesar de que ella estaba muy nerviosa al inicio. Hablaron de sus trabajos, de sus grupos de amigos y la cosa no pareció terminar del todo mal porque ambos decidieron tener una segunda cita juntos. Él enseguida le dijo que iría a verla a Tarrasa.