Raquel Morillas se dio a conocer en la 3ª edición de 'Gran Hermano'. Su paso por Gran Hermano dejó momentos únicos, por su carácter. Tras salir de la casa, Raquel Morillas inició una relación sentimental con Noemí Ungría, también concursante del reality.

En 2003 el destino de Raquel Morillas y Noemí Ungría sufrió un duro golpe, cuando la pareja sufrió un grave accidente de tráfico. Raquel fue la que peor parada salió del mismo y, como consecuencia, sufrió graves heridas en la cara que le afectaron a la vista. Por esta razón y tras años de lucha, Raquel Morillas consiguió que le reconociera su discapacidad. Fruto de ello surgió una oportunidad laboral ante la que Raquel se muestra de lo más ilusionada. Tal y como ella anunció en un vídeo en Youtube, Raquel Morillas empezó a trabajar para la ONCE vendiendo cupones.

La exconcursante de Gran Hermano ha parecido en el Deluxe. “Trabajo en la ONCE vendiendo cupones. Es lo mejor que me podía haber pasado en la vida. Estoy encantada y me lo paso pipa con la gente”, decía. Raquel Morillas está muy feliz y asegura que está en uno de sus mejores momentos: “Me casé en 2020, tengo un buen trabajo, la mejor pareja del mundo y tengo salud”, explicaba la ex gran hermana, que, además, afirma que lleva seis años sin jugar, una adicción de la que ha conseguido salir.

La concursante de ‘GH’ vivió una tormentosa relación con Noemí Ungría y no quiere saber sobre ella: “No la he perdonado”, decía de la mujer con la que se casó tras salir de la casa de Guadalix de la Sierra.

“La última vez que la vi, me pedía seis meses de cárcel por maltrato familiar, cuando yo nunca le he hecho daño a nadie. Cuanto más lejos esté, mejor. Siempre que se acerca me pasa algo (..) No sé nada de ella”, aclaraba.