Supervivientes es el programa más importante del año en Telecinco. Además la cadena de Fuencarral sabe que se juega mucho en esta edición. La marcha de Pasapalabra primero hacia Antena 3, la proliferación después de las series turcas en el principal canal de Atresmedia y los giros que ha ido dando la audiencia tras el desgaste de Sálvame han hecho que la cadena más vista en nuestro país hasta hace cinco meses tenga que poner toda la carne en el asador para su edición de Supervivientes.

¿Cuál es la razón por la que es tan importante el concurso? En primer lugar por su coste. Es uno de los más caros de cuántos se emiten al o largo del año en Telecinco porque a lo que cuesta producir un programa de estas características tan lejos de nuestro país hay que sumar además el caché de las personas famosas que participan (hay que recordar que no siempre fueron famosos los que se apuntaron al reality, hubo años en los que iba gente anónima).

Pero además es importante porque nutre a todos los programas de Telecinco de temas de actualidad y de contenido. No hay que olvidar que a lo largo del día hay otros formatos que se pasan horas comentando lo que pasa en la isla.

El caso es que este año el casting estaba en boca de todos. Desde clásicos como Kiko Matamoros o Anabel Pantoja ha habido otros nombres que han resonado más. Y entre otros está el de Ignacio de Borbón, un primo del actual rey de España que se confirmó como concursante hace meses y que al parecer no ha gustado demasiado a la audiencia. Solo hay que ver los comentarios en redes sociales.

“No dura ni un asalto, parece un flan”, “No lo pienso ver, no quiero más gente de la familia real”, “¿Ahora Supervivientes es de anónimos otra vez?”, ironizaban varios usuarios de Twitter. Habrá que ver ahora si todo este “hate” no se acaba convirtiendo, como pasa habitualmente, en audiencia para el programa.