Comienzan las primeras reacciones en el clan Mohedano después de las brutales e implacables declaraciones de Rocío Carrasco en la última entrega de 'Montealto'. Sin pelos en la lengua e insistiendo en que no quiere saber nada de su familia, la hija de Rocío Jurado tachó a sus tíos Gloria y Amador de "alimañas", asegurando que si su madre estuviese viva y viese cómo se portaron con ella se hubiese muerto de dolor. Insinuando que la artista 'aguantó' mucho de sus hermanos por lo que les quería, la ex de Antonio David no dudó en cargar contra sus familiares, de los que llegó a decir incluso que parece que más que a ella, a quien odian es a 'La más grande'.

Unas durísimas palabras a las que Rosa Benito, incapaz de contener las lágrimas, ha respondido en 'Ya es mediodía'. "¿Todo es ahora malo de su familia, cuando a ella se le ha dicho y se le ha protegido?" se ha preguntado la exmujer de Amador, visiblemente dolida con los durísimos calificativos con los que Rocío se ha dirigido a sus tíos.

"Estoy orgullosa de la familia que tengo, estoy súper contenta de estar con esos que llaman alimañas porque también han estado conmigo y eso es de agradecer", ha confesado la colaboradora, posicionándose directamente al lado de Gloria Mohedano, José Antonio Rodríguez y Amador y lanzando un dardo a su sobrina Rocío: "Quiero estar con la gente que me quiere. La gente que me desprecia no la quiero", ha añadido dolida.

A pesar de no salir malparada por las declaraciones de la hija de Rocío Jurado - que volvió a llamarla "veleta" una vez más - Rosa ha dejado claro que a ella nunca le han regalado nada ni está en televisión por su sobrina, sino que ha trabajado y "muchísimo" al lado de su cuñada, a la que, ha asegurado, "le demostré lo que le tenía que demostrar en vida. Muerta ya no tengo que demostrar nada". "He trabajado muchísimo al lado de mi cuñada, yo no me he aprovechado de ella ni he vivido de mi sobrina", ha explicado, recordando que cuando la artista se lo pidió, no dudó en irse con ella a trabajar a América, dejando a sus hijos con 6 y 2 años a cargo de su hermana.

Indignada con las declaraciones de Rocío en 'Montealto', pero muy contenida, Rosa le ha dado la razón a su sobrina en que su madre se hubiese muerto de dolor, pero por unos motivos bastante diferentes a los que apunta la ex de Antonio David: "Su madre se murió muchas veces de dolor estando en vida, muchas".

"Quien me conoce sabe que no tengo ningún guión, me frenáis, porque si yo tuviera que decir lo que he vivido, he visto y he oído otro gallo cantaría porque estoy harta de que se me ponga en una situación que me tengo que morder la lengua porque nos están engañando en muchas cosas", ha añadido, sin aclarar respecto a qué se refiere.

Eso sí, Rosa ha lanzado un dardo a Rocío al explicar que "su madre se hubiese muerto sí, pero de ver en lo que ha llevado todo esto y en esos 2 niños que son sus nietos a los que adoraba". "A ella, a su hija, la quería con locura y hubiera hecho lo que hubiera querido su Rocío, se hubiera puesto de felpudo para que la pise su hija porque la adoraba. Y ahora se habla de Gloria y Amador... mi cuñada era muy feliz al lado de todos los suyos, era lo que más le gustaba en su vida".

Completamente rota y conteniendo las lágrimas a duras penas, Rosa ha dado la cara por Amador y su matrimonio, y ha reivindicado que si lleva en televisión tantos años es por ella y no por su sobrina o por su cuñada: "He dado mucho a esta casa, mucho, he dado mi vida y llevo 18 años aquí y es porque valgo, y no es ni por Rocío Carrasco ni por Rocio Jurado, estoy por mí".

"Hemos trabajado mucho, hemos luchado él y yo, y me da mucha pena cuando lo veo" ha dicho sobre su exmarido, confesando que es por la "mala cabeza" del hermano de la artista por la que están "luchando cada uno por separado". "Siempre decía que mi marido para mí es lo primero, y siempre he sacado la cara por él y me da pena que tanto que hemos vivido y nos hemos querido estemos así por el, por lo que se vivió en 'Superivientes'" ha recordado muy afectada, mostrando su apoyo a Amador en estos durísimos momentos en los que afrontan, por separado, los duros ataques de su sobrina.