Los días no parecen tener horas suficientes en el departamento de Bienestar Social del Ayuntamiento de Ibiza. Su trabajo es esencial para dar apoyo a todas esas familias que se encuentran en una situación vulnerable, que en estas últimas semanas se han multiplicado por el impacto económico y social de la declaración de estado de alarma.
¿La obsesión de los trabajadores de Bienestar Social? «Que nadie se quede sin saber que puede acudir a nosotros para recibir apoyo», afirma Xavier Vilamanyà. Aquí ya no entienden de horarios de mañana ni de tarde, porque saben que están trabajando para satisfacer necesidades básicas. «Es un momento muy frágil para las personas. Sabemos que tenemos que estar ahí. Para nosotros es igual un festivo de Semana Santa que un sábado o un lunes cualquiera». La entrega de todo el equipo es total.
Vilamanyà muestra su sorpresa ante la capacidad de sus compañeras para buscar soluciones a cada situación, muchas veces en tiempo récord: «Es increíble cómo las personas tienen capacidad de dar más». Se reinventan una y otra vez para encontrar la fórmula adecuada con los recursos disponibles. Están los auxiliares, los trabajadores sociales, educadores sociales, coordinadores y todos aquellos implicados en ofrecer a pie de calle el servicio de ayuda, comida y limpieza a domicilio, así como los trabajadores familiares. Todos velan por que las necesidades básicas de familias, personas vulnerables y mayores estén siempre cubiertas. «No queremos dejar a nadie atrás».
