Hay profesiones que, aunque a veces pasan desapercibidas, en la situación actual están recibiendo el reconocimiento de los ciudadanos. El personal de los servicios de limpieza de Herbusa está percibiendo ese cariño de la gente, que incluso se ha reflejado en carteles de agradecimiento colgados en los contenedores. También los ayuntamientos se han volcado con ellos y han ensalzado su labor. «Recibimos muchos mensajes de apoyo», expresa el jefe de servicio de Herbusa, Toni Domínguez.

El estado de emergencia sanitaria llevó a los servicios de limpieza a cambiar muchas de sus rutinas para adaptarse a las nuevas necesidades. «Tuvimos que reorganizarnos en todos los sentidos: desde la relación y comunicación entre los trabajadores hasta las prioridades y nuevos servicios que había que ofrecer». La desinfección de zonas sensibles (las entradas de farmacias, supermercados y otros establecimientos abiertos) es una de las nuevas tareas que han tenido que asumir. El personal que en abril ya se tenía que encargar de la limpieza mecanizada de las playas o trabajadores que debían encargarse de la recogida de residuos de los hoteles se dedican ahora a desinfectar aquellos espacios que pueden ser foco de transmisión del virus. «Los barrenderos, a sus trabajos diarios, han sumado también la desinfección de contenedores».

«El principio fue muy complicado, los cambios llegaban muy rápido y la información cambiaba constantemente. Pero en seguida nos adaptamos». También resultó complejo interiorizar las normas de prevención, aunque pronto los trabajadores las asumieron, convirtiendo las mascarillas, guantes, geles desinfectantes y demás sistemas de protección en elementos esenciales en su día a día.

11

Trabajos esenciales en Ibiza en tiempos del coronavirus