Cristina Mayans es la coordinadora del áera de Bienestar Social del Consell de Formentera. Un equipo que, dirigido por el conseller Rafael Ramírez, se encarga deinformar, atender y cuidar a los vecinos así como de garantizar la prevención y la autoprotección del personal de los servicios sociales. Todo un reto para el que tanto ella como su equipo, acostumbrado a la atención presencial, se han tenido que reinventar para encontrar soluciones a los problemas que ha traído consigo el coronavirus.

Uno de ellos es la imposibilidad de que algunas personas no puedan contar con los recursos básicos para sobrevivir, una situación que golpea con fuerza a los más vulnerables, pero también hace que «muchas familias que no eran usuarias de los servicios sociales se hayan visto obligadas a solicitar ayudas que les permita cubrir sus necesidades básicas», apunta la coordinadora de Bienestar Social.

El compromiso y la vocación del equipo de Bienestar Social con la población de Formentera, que se ha traducido en intensas y maratonianas jornadas de trabajo, está siendo devuelto por los vecinos con la recompensa de la gratitud. «Me siento agradecida cuando una persona mayor se emociona al otro lado de la línea de teléfono y nos da las gracias por interesarnos por ella, o cuado un vecino nos pregunta si pueden ayudarnos en algo, incluso cuando alguien me dice que cuando termine el confinamiento se acercará al Centro de Servicios Sociales para estrecharme la mano», expresa Cristina Mayans

Optimista, con una visión esperanzadora hacia una sociedad más solidaria, considera que el mejor mensaje es «no pararnos por la crisis, sacar lo mejor de ella y no permitir que esta situación saque lo peor de nosotros».

11

Trabajos esenciales en Ibiza en tiempos del coronavirus